los telespectadores dos visiones antagónicas de Francia, de Europa y del mundo, y despejó pocas dudas sobre los programas de los dos candidatos que se disputarán el Elíseo el próximo domingo, el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, no modificará la relación de fuerzas que indican los sondeos.

Una diferencia de 20 puntos separa a los dos rivales, mientras la sombra de la abstención sigue pesando sobre un escrutinio crucial para marcar el rumbo que seguirá en los próximos cinco años uno de los países fundadores de la Unión Europea.

El cruento cara a cara de la pasada noche fue el reflejo de un país desgarrado entre el reformismo liberal del reciente movimiento En Marcha! y el populismo nacionalista del viejo Frente Nacional. Vieron el debate 16,5 millones de personas, la peor audiencia desde 1974, cuando se celebró el primero, en el que se enfrentaron Valéry Giscard d’Estaing y François Mitterrand.

El mapa político francés está a años luz de ese momento. La sociedad también. Tampoco existe el frente republicano que se activó como un resorte en el 2002, cuando por primera vez un candidato del Frente Nacional -Jean Marie Le Pen- logró clasificarse para la final de las elecciones presidenciales. El candidato conservador, Jacques Chirac, le venció, apoyado a izquierda y derecha, con un abrumador 82%.

Sin embargo, hoy muchos electores aseguran que no votarán ni por Marine Le Pen ni por Emmanuel Macron. Unos se abstendrán, otros votarán en blanco. Ese “ni-ni” enciende el debate en el tramo final de la campaña.

ELLA TRAERÁ LA MIERDA A FRANCIA

“Yo no estoy de acuerdo. Eso es dejar ganar a Marine Le Pen. Hay que votar en su contra, hay que votar por Macron, incluso si no nos gusta, porque hay que levantar un muro contra Le Pen. Ella traerá la mierda, la mierda negra a Francia”, decía soliviantada Zahia, de 66 años, durante la manifestación del Primero de Mayo en la Plaza de la República de París.

"A mí me recuerda a Hitler que llegó al poder a través de las urnas porque hubo gente que, en la misma situación que vivimos actualmente votó por él. Cuando no recordamos el pasado, lo revivimos”, alerta esta jubilada.

Hay electores de la izquierda radical encarnada por el carismático Jean-Luc Mélenchon, para quienes la abstención o el voto en blanco es la única opción porque ven a Macron como el representante de un capitalismo financiero que acabará con los derechos sociales de los trabajadores.

Su anclaje en el centro del tablero ideológico le coloca en una paradoja: Es percibido como un político de derechas por los votantes de izquierdas y de izquierdas por el electorado conservador.

Marine Le Pen tampoco es una alternativa para quienes desconfían del nuevo rostro del Frente Nacional, un partido nacido en 1972 al calor de grupúsculos neofascistas.

Su fundador, Jean Marie Le Pen, padre de la actual candidata, mantiene las esencias racistas, xenófobas y antisemitas de la formación a la que Marine Le Pen ha querido transformar dándole una pátina de normalidad. A pesar de que ha roto la relación con su padre y le ha apartado del partido, muchos franceses no votarán jamás a Marine Le Pen.

DEMASIADO TARDE

“Mi abuelo fue un resistente y me alegro de que no vea esto. Porque hay gente manipulada por su discurso y Le Pen mostrará su verdadera cara cuando ya sea demasiado tarde. Es grave que haya gente que no vaya a votar .Tenemos que estar todos al lado de la democracia y contra la extrema derecha”, apuntaba Françoise, una mujer de 49 años, que trabaja en el área de Recursos Humanos.

Hugo, estudiante de 22 años y miembro de la Francia Insumisa, votará a Macron aunque luego tenga que combatir su programa en la calle. “Hay que situar el interés general por encima de las convicciones personales. Prefiero estar en la oposición frente a Emmanuel Macron que frente a un régimen dirigido por Le Pen”, resume.

Según un último sondeo de OpinionWay, Macron resultaría elegido con el 61% de los votos, frente al 39% que cosecharía Le Pen en la segunda vuelta de las presidenciales.

Macron presenta una denuncia tras ser acusado de tener una cuenta en Bahamas

Emmanuel Macron, favorito para llegar al Elíseo el próximo 7 de mayo, ha presentado este jueves una denuncia por difamación y difusión de noticias falsas destinadas a influir en el resultado de las elecciones presidenciales francesas. El líder de En Marcha! responde así a la acusación vertida por la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, en el debate televisado de este miércoles. Le Pen le echó en cara a su rival haber recurrido a una sociedad offshore de las islas Caribe. Según el equipo del candidato centrista, esos documentos, publicados primero en foros extranjeros y luego compartidos de manera masiva en las redes sociales son “falsedades evidentes”. En el tramo final del duelo televisado, Le Pen lanzó el siguiente dardo: “Espero que no tengamos que enterarnos de que tiene usted una cuenta offshore en las Bahamas”. “Es algo típico de lo que llamamos ‘fake news’. MarineLe Pen lanza eso y las tropas que tiene en internet se ponen en marcha”, ha declarado Macron en France Info. La Fiscalía de París, por su parte, ha anunciado la apertura de una investigación preliminar sobre el asunto.