Las autoridades de Rusia no descartan introducir alguna forma de censura para limitar la penetración en el país de las principales redes sociales mundiales como Twitter, Facebook o YouTube, método favorito de comunicación de manifestantes y oposición. Así lo ha dado a entender este lunes Dmitri Medvédev, vicepresidente del consejo de seguridad y exprimer ministro, durante un encuentro con la prensa, advirtiendo a la vez a los gigantes estadounidenses del sector contra supuestos "actos inamistosos" hacia el Kremlin.

"Tecnológicamente, todo está preparado y a nivel de legislación las decisiones han sido tomadas", ha recordado Medvédev, citado por la agencia Interfax. Según el antiguo jefe del Ejecutivo, dos posibilidades se barajan, previa actuación "de la fiscalía": "reducir (la velocidad) del tráfico" o "suspender sus actividades", aunque ha privilegiado la primera opción. "La suspensión es una medida muy drástica mientras que reducir la velocidad del tráfico podría tener el efecto", ha valorado.

A la vez, Medvédev ha evocado el ejemplo de China, país que cuenta con sus propias redes. "Allí no tienen ningún problema", ha subrayado. Como ejemplo, el número dos del ámbito de la seguridad rusa se ha referido al caso de un conocido al que, a la hora de registrarse y abrir una nueva cuenta en Twitter, la empresa le recomendaba seguir al activista Navalni. "¿Ésto no es acaso tomar una decisión política?", se ha preguntado.

Récord de detenciones

Rusia se recuperaba este lunes de la jornada de protestas del domingo, en la que se batió el récord de arrestos: más de 5.300, según el portal independiente OVDInfo. El poder ruso en ningún momento se plantea negociar los opositores o sus líderes, según se deduce de las últimas declaraciones del portavoz presidencial, Dmitri Peskov. "No puede haber ninguna conversación con hooligans y provocadores", ha declarado el vocero presidencial. Mañana martes están previstas nuevas movilizaciones opositoras, coincidiendo con la vista judicial en la que se decidirá el futuro inmediato de Navalni, es decir, si permanece o no en la cárcel. El fiscal ya ha anunciado que pedirá al juez que revoque la libertad condicional del bloguero, acusado de violar sus términos durante su tratamiento hospitalario en Alemania, y ordene su ingreso en prisión.