Una vez concluido el receso vacacional en Rusia con motivo de la Navidad ortodoxa, el Kremlin se ha avenido a reaccionar a la publicación del informe de la inteligencia norteamericana sobre la supuesta ingerencia rusa en los comicios presidenciales, documento que acusa directamente al presidente Vladímir Putin de ordenar el lanzamiento de dicha campaña de injerencia electoral en varios ámbitos, como redes sociales, televisión, o piratas informáticos.

Empleando idéntico vocabulario al que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, recurrió hace unos días al referirse a la polémica, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha considerado que las informaciones vertidas en el inculpatorio informe equivalen a una "caza de brujas". "Se trata de acusaciones que comienzan a cansarnos", ha continuado Peskov.

El portavoz del Kremlin ha intentado rebatir la credibilidad del texto, argumentando que no incluyen pruebas. "Se trata de acusaciones completamente infundadas, de un nivel de 'amateur'", ha puntualizado, destacando la ausencia de elementos nuevos en las 25 páginas de que consta el documento. "Son acusaciones sin fundamento que no están apoyadas en nada; no sabemos en qué információn se están basando", ha continuado.

LA PRIMERA REACCIÓN

Las palabras de Peskov constituyen la primera reacción procedente de la élite que gobierna Rusia a la difusión del informe conjunto de la inteligencia norteamericana, el pasado viernes. El presidente Putin no ha querido modificar su agenda para el pasado fin de semana, vacacional en Rusia, y se limitó a dejarse ver en celebraciones navideñas.

El término 'caza de brujas' tiene poderosas connotaciones en EEUU, ya que se refiere a un convulso periodo de la Historia contemporánea norteamericana a principios de los años 50, cuando el senador Joseph McCarthy, en uno de los momentos más tensos de la pasada guerra fría, acusó a un buen número de políticos, periodistas y hasta militares de connivencia con el comunismo, en unos procesos expeditivos que se llevaban a cabo en comisiones, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.

Peskov también ha incluido algunas evocaciones al Macarthismo al dar a entender que las cazas de brujas en EEUU siempre llegaba a su fin en el momento en que un líder "más cabal" se hacía con el timón de la Casa Blanca, en una nada velada alusión a Trump.

Entretanto, en algunos países del este de Europa que se sienten más amenazados por las presuntas actividades cibernéticas de piratas rusos, la alarma va en aumento. Las autoridades lituanas han anunciado este lunes la clausura de un proyecto para construir un gran centro privado de recogida de datos informáticos debido a la presunta amenaza cibernética rusa.

Darius Jauniskis, responsable de la Seguridad del Estado, se ha mostrado preocupado por la composición del accionariado del futuro centro, algunos de cuyos miembros, según cree, podrían tener vínculos con el Servicio Federal de Seguridad (exkGB). Además, agentes rusos podrían tener acceso al centro mediante un cable de fibra óptica.

Las sociedades informáticas que gestionan el proyecto han negado las acusaciones y han anunciado que recurrirán a la justicia.