Rusia y los gobiernos de otras repúblicas exsoviéticas se quedarán sin poder utilizar Zoom. La plataforma estadounidense de videoconferencias ha retirado a su distribuidor ruso el derecho a vender su software a organismos gubernamentales, empresas parcialmente estatales y entidades públicas, una decisión que ha irritado al Kremlin.

"Tenemos que pasar a las alternativas. Existen. Nuestros operadores de plataformas similares tendrán que aplicarse y presentar opciones que complementen sus servicios", lamentó el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, que señaló su pesar e incomprensión.

Otras voces del Kremlin han sido más directas en sus críticas a Zoom. Si Zoom toma tal decisión () entonces es posible bloquear su servicio en el territorio de nuestro país como medida recíproca y simétrica, advirtió Alexandre Bachkine, miembro del Consejo de la Federación, cámara alta del Parlamento.

El uso de Zoom se ha disparado en todo el mundo a raíz de la pandemia de covid-19, algo que también ha sucedido en Rusia. Zoom supone hasta un 25% del mercado de plataformas de videollamadas en el país, con una fuerte implantación en el sistema educativo.

Sanciones contra Moscú

La información, adelantada por el diario económico ruso Kommersant, ha sido confirmada este miércoles por Andrei Petrenko, director de RightConf, la distribuidora de Zoom en Rusia. Petrenko ha matizado que la prohibición entró en vigor el 31 de marzo y que no afectará a los contratos existentes de Zoom con entidades públicas del entorno postsoviético. "No descarto que la empresa fabrique un producto independiente para el sector público", ha añadido. Moscú estaría trabajando en alternativas para el año que viene.

Según varios expertos citados por la prensa rusa, la decisión de la plataforma de limitar sus negocios en Rusia podría deberse a que, de no hacerlo, podría verse afectada por las nuevas sanciones económicas que la administración presidencial de Joe Biden ha interpuesto contra Moscú por el uso de armas químicas o biológicas contra sus disidentes.