Una larga columna de 280 camiones con ayuda humanitaria ha partido este martes desde Naro-Fominsk hacia el este de Ucrania, han informado hoy las autoridades de esa ciudad satélite de Moscú, cumpliendo así con las intenciones anunciadas el día anterior por el presidente ruso, Vladímir Putin.

"Los camiones llevarán a los habitantes de Ucrania oriental más de 2.000 toneladas de cargamento humanitario reunido por los moscovitas y los habitantes de la región de Moscú", ha dicho un portavoz de la administración citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.

La ayuda humanitaria incluye 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimentos para niños, 54 toneladas de medicinas, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos de diversa potencia.

Anuncio del Kremlin

Putin anunció ayer el envío de un convoy humanitario al este de Ucrania pese a los recelos del Gobierno de Kiev, así como de EEUU y la Unión Europea, que temen que se trate de un pretexto para una intervención armada.

En conversación telefónica con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Putin le comunicó que "la parte rusa envía a Ucrania un convoy humanitario en cooperación con representantes de la Cruz Roja Internacional".

Desmentido de la Cruz Roja

Sin embargo, poco después el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR) desmintió que hubiera un acuerdo con Rusia para una operación humanitaria en el este de Ucrania y subrayó que solo participará en algo semejante si "todas las partes involucradas" están de acuerdo y aceptan sus condiciones para realizarla.

Ante tal situación, Francia ya ha solicitado que no se autorice el paso de la ayuda humanitaria rusa a menos que este cuente con el aval del CICR y de todas las partes implicadas. "En estas operaciones hay una regla: no es posible sin el acuerdo del país al que se le envía esa ayuda humanitaria y sin la ayuda de la Cruz Roja. Y esta cuestión todavía no está cerrada", ha señalado el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, en una entrevista en la emisora France Info.

Hechos consumados

"Hay que ser extremadamente prudente, porque podría tratarse de una tapadera rusa para practicar la política de hechos consumados", ha advertido Fabius, para quien esta operación "solo es posible y justificable a partir del momento en que la Cruz Roja haya dado su aval, no haya fuerzas militares a su alrededor y haya alguien más que los rusos", ha insistido.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respaldó una misión humanitaria en el este de Ucrania bajo la égida del Comité Internacional de la Cruz Roja, pero con participación no solo de Rusia, sino también de la Unión Europea y otros países.

Según el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, toda misión humanitaria internacional debe excluir cualquier tipo de presencia militar y la ayuda debe entrar en territorio ucraniano a través de los puestos fronterizos controlados por Kiev, tras lo cual sería escoltada por las fuerzas gubernamentales.