El proyecto de resolución sobre Irak presentado por EEUU y Gran Bretaña tropezó ayer con los primeros obstáculos. Rusia dejó claro que no se aviene a discutir sobre el texto hasta la presentación del Gobierno interino, que debe ser "legítimo" para los iraquís, subrayó. Francia y Alemania consideraron que el texto es una "buena base" de discusiones, pero susceptible de mejorar.

A juicio del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, antes de estudiar el borrador de la resolución, se necesita más claridad sobre la formación y la composición del Gobierno iraquí que debe recibir la soberanía el 30 de junio. Así pues, según Lavrov, habrá que esperar a los resultados de las consultas que lleva a cabo el emisario de la ONU, Lahdar Brahimi, que, en teoría, debe anunciar esta semana el Gobierno.

EL PETROLEO Para Rusia, que tiene derecho a veto en el Consejo de Seguridad, y otros países, el borrador de la resolución no deja claro el grado de control del Gobierno sobre los recursos petroleros y sobre las tropas multinacionales, ni tampoco sobre el mandato y plazo de la permanencia de esas fuerzas. El documento establece que el mandato inicial será de 12 meses renovables. China, otro de los miembros permanentes del Consejo, ya pidió que se recortara ese periodo a seis meses.

Francia, otro de los países con poder decisorio en la ONU, reclamó también clarificaciones sobre esos aspectos. En conversación telefónica, el presidente francés, Jacques Chirac, dijo a su homólogo estadounidense, George Bush, que el borrador constituye "una buena base de discusión". El ministro francés de Asuntos Exteriores, Michel Barnier, declaró que el proyecto debe ser "mejorado" para hacer "creíble" el retorno de la soberanía a Irak.

BLAIR, TRANQUILIZADOR Dirigiéndose a los escépticos, el primer ministro británico, Tony Blair, aseguró que el Gobierno interino iraquí tendrá la posibilidad de veto sobre las operaciones militares de las tropas de la coalición. Blair explicó: "Si tuviésemos que tomar una decisión respecto a la manera de entrar en un lugar como Faluya, habría que hacerlo con el consentimiento del Gobierno iraquí". Y para el dirigente, eso es lo que significa el traspaso de soberanía: "El control político final sobre las actividades militares lo tendrá el Gobierno iraquí".

Pero desde Washington, no tardó en llegar una matización a las palabras de Blair, en boca del secretario de Estado de EEUU, Colin Powell: "Si se da el caso de que las fuerzas estadounidenses se protegen o cumplen una misión, de forma que no está totalmente conforme con lo que el Gobierno interino querría en un momento dado, las fuerzas estadounidenses permanecerán bajo mando estadounidense y harán todo lo que sea necesario para defenderse".