Rusia e Irán calificaron ayer de "desproporcionada" la respuesta de EEUU a la revuelta shií en Irak e instaron a que la ONU intervenga antes de que el caos derive en una guerra civil. La situación en Irak ocupó el centro de las conversaciones que mantuvo ayer en Moscú el titular de Asuntos Exteriores iraní, Kamal Jarrazi.

Tras participar en una reunión de ministros de Exteriores de países ribereños del mar Caspio, Jarrazi calificó de "gravísimo error" la respuesta estadounidense a la revuelta shií. "EEUU derrocó al régimen de Sadam Husein y ahora cree que puede emplear los mismos métodos contra el pueblo iraquí", declaró.

El portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Alexandr Yakovenko, afirmó que la situación en Irak ha sufrido una "degradación". El portavoz dijo que la coalición ha respondido a los disturbios "con un uso desproporcionado de la fuerza".