La repetición, el próximo 26 de diciembre, de la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Ucrania marcará un borrón y cuenta nueva no sólo para esta exrepública de la URSS, sino también para su antiguo gran hermano, Rusia. Tras más de una década de dependencia energética y política de Moscú, los ucranianos están a punto de elegir a un presidente que no oculta sus planes de hacer de Ucrania parte de la Unión Europea (UE).

Si se cumplen los pronósticos y el líder de la oposición, Viktor Yuschenko, vence a su rival, el primer ministro prorruso, Viktor Yanukovich, el Kremlin perderá su última importante zona de influencia en Europa oriental. Y sería la pérdida más penosa desde la desaparición del imperio comunista, en 1991.

Ucrania estuvo gobernada por Moscú durante más de 300 años, desde el tratado firmado en 1654. Se convirtió en república soviética el 30 de diciembre de 1922. Tras el golpe de Estado del 19 de agosto de 1991 contra el entonces presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, Ucrania se proclamó independiente, decisión que fue ratificada en referendo, en diciembre de 1991, por el 93% de los ucranianos. Desde entonces ha sido miembro de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y forma parte del sistema de defensa común establecido por varias exrepúblicas soviéticas.

Un mal año

"Ha sido un año fatal para la diplomacia rusa. Hemos perdido en Georgia, en Abjasia (una república autoproclamada, reclamada por Georgia) y ahora vamos perdiendo en Ucrania", dijo a este periódico el politólogo ruso Gleb Pavlovsk, cerebro gris del Kremlin, quien representó los intereses rusos en Ucrania y ayudó a Yanukovich.

Mijail Saakashvili, de 36 años, claramente proestadounidense, tomó posesión como presidente de Georgia en enero pasado. Había ganado las elecciones en noviembre del 2003, gracias al apoyo político y financiero de Washington, y echó del poder a su predecesor, Eduard Shevardnadze.

El interés de Washington hacia Georgia tiene dos principales objetivos: controlar el tránsito de las ingentes riquezas energéticas del mar Caspio, así como consolidar la presencia militar estadounidense en la región, que tradicionalmente ha sido de interés vital para Moscú.

En Ucrania, la victoria del líder opositor Yuschenko abre la perspectiva a la ampliación de la Unión Europea a costa de los intereses geopolíticos rusos. Casi la mitad de la población ucraniana concentrada en las provincias orientales, donde se hallan la industria pesada y las minas de carbón, es de origen ruso y habla ruso.

Aunque el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que Rusia "estaría contenta" si Ucrania entra en la UE, la postura del Kremlin es más negativa. "Sería un gran error para Europa intentar trasladar su frontera con Rusia hasta la frontera ruso-ucraniana. Cualquier plan para arrinconar a Rusia en Europa oriental encontrará una fuerte resistencia", afirmó a este diario una fuente del Kremlin.

Las terceras elecciones

Las elecciones celebradas el pasado 21 de noviembre, anuladas por fraude por el Tribunal Supremo, fueron las terceras celebradas en Ucrania desde la desintegración de la URSS, en 1991. En aquella ocasión, los comicios coincidieron con el referendo sobre la independencia. El jefe de Estado en funciones, Leonid Kuchma, llegó a la presidencia en 1994.

En la primera ronda de los últimos comicios, Yuschenko consiguió imponerse al jefe del Gobierno con una ventaja mínima, en una jornada marcada por múltiples denuncias de irregularidades. En la segunda vuelta, los resultados dieron la victoria a Yanukovich, abanderado de la integración con Rusia, aunque Yuschenko se autoproclamó vencedor.

Incluso si gana Yuschenko, el Kremlin no se dará por vencido. "La campaña de Yanukovich ha demostrado que existe una parte importante de la población que quiere una profunda integración con Rusia. Vamos a trabajar para que sus intereses queden protegidos", explicó Pavlovski.

El proyecto del Kremlin en zonas orientales de Ucrania incluye la formación y financiación de medios de comunicación prorrusos y mayor independencia política y económica para estas provincias.