Rusia planea desarrollar antes de 2021 una versión terrestre de los misiles utilizados hasta ahora por su marina de guerra, tras la suspensión por Washington y Moscú de su participación en el tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio, lo que según expertos hace temer por una nueva carrera armamentista.

Con la suspensión de su participación en este crucial tratado anunciada por Estados Unidos y por Rusia, las dos potencias rivales tienen ahora las manos libres para desarrollar misiles terrestres de un alcance de 500 a 5.500 km, hasta ahora prohibidos por el acuerdo.

La firma de este tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces) hacia el final de la Guerra Fría, en 1987, puso fin a la crisis de los euromisiles desencadenada por el despliegue de SS-20 soviéticos con cabezas nucleares, que amenazaban a las capitales europeas.

MISILES DE LARGO ALCANCE

El presidente ruso Vladimir Putin había amenazado con adaptar los misiles de alcance medio desplegados en el mar o el aire -como sí lo permitía el INF-, para que pudiesen ser lanzados desde tierra si Estados Unidos se retiraba del acuerdo.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, no tardó en detallar sus intenciones: el sistema Kalibr, utilizado por primera vez en operaciones por Rusia en el otoño boreal de 2015, será adaptado a su variante terrestre. "Durante los años 2019-2020, será necesario elaborar una versión terrestre del sistema Kalibr (...) utilizado en Siria", indicó Shoigú, citado en un comunicado de las Fuerzas Armadas rusas.

"Durante el mismo periodo, deberemos crear un sistema de misiles terrestre de largo alcance", agrega el comunicado. Rusia utilizó por primera vez los misiles Kalibr en 2015, en operaciones contra los rebeldes sirios. En total 26 misiles fueron lanzados desde un crucero situado en el mar Caspio, a 1.500 km de la zona de impacto.

Estos misiles, equivalentes a los Tomahawk estadounidenses, tienen un radio de alcance susceptible de cubrir buena parte de Europa.

EEUU TAMBIÉN DESARROLLA MISILES

Según Shoigú, Estados Unidos "trabaja activamente en el desarrollo de un misil terrestre de un alcance superior a 500 km", razón por la cual "el presidente de Rusia dio la orden al ministerio de Defensa de tomar medidas recíprocas".

Estados Unidos y Rusia se acusan mutuamente de violar el tratado INF y estas tensiones se han acrecentado luego de que el secretario de Estado del país norteamericano, Mike Pompeo, anunció que Estados Unidos suspendía "sus obligaciones en el marco del tratado INF". Vladimir Putin reaccionó inmediatamente anunciando que Moscú "suspende" su participación en el acuerdo y que no impulsará nuevas negociaciones sobre desarme con Estados Unidos "hasta que hayan madurado".

CARRERA ARMAMENTISTA

"Estamos a dos pasos de una nueva carrera de armamentos", constata ante la AFP Konstantin Makienko, experto en el Centro de análisis para las estrategias y la tecnología en Moscú. El experto agrega que la conversión de los Kalibr en misiles terrestres será rápida.

Vladimir Putin había revelado en marzo de 2018 que su país había desarrollado nuevas armas "invencibles", entre ellas una nueva generación de misiles hipersónicos, bautizados Avangard, con un alcance potencial de 4.000 km, según el Kremlin. Por su parte, la nueva posición nuclear de Estados Unidos, hecha pública en 2018, cita la implementación de un misil nuclear de escasa potencia o de un misil de crucero de un alcance que habría violado las disposiciones del tratado INF.