Rusia ha sugerido este miércoles que el Reino Unido podría haber "orquestado" el envenenamiento del exagente ruso Serguéi Skripal y su hija Yúlia. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha convocado a los embajadores extranjeros acreditados a una reunión para ofrecer su versión sobre los hechos, aunque el representante británico ha declinado asistir al encuentro.

"La lógica apunta a que solo puede haber dos posibilidades", ha asegurado Vladímir Yermákov, al frente del Departamento de Control y No Proliferación de Armamento del ministerio. "O las autoridades británicas no pueden ofrecer protección a un, digámoslo así, ataque terrorista en su territorio, o ellos, ya sea directa o indirectamente -y no estoy acusando a nadie- han orquestado un ataque contra un ciudadano ruso", ha continuado.

Critica de Moscú a Londres

Durante la reunión, la parte rusa ha repetido el argumento de la falta de pruebas por parte de Londres, esgrimido de forma reiterada desde el inicio de la crisis. "Ninguna de las teorías que hemos escuchado aguanta una investigación", ha apuntado Yermákov, quien a su vez ha restado credibilidad incluso a la existencia de un ataque químico, ya que el número de muertos hubiera sido muy superior.

La defensa de Rusia ha seguido una estrategia similar -la falta de pruebas- a la empleada cuando rebatió las acusaciones de envenenar a Aleksándr Litvinenko, otro exespía ruso, asesinado con polonio en el 2006 o incluso cuando se produjo el derribo del avión de pasajeros malasio sobre Ucrania en el 2014, en un incidente en que la investigación en curso determinó que la batería antiaérea empleada y el misil vinieron de la vecina Rusia.

Marina,la viuda de Litvinenko, quien había acusado a los servicios secretos rusos de organizar los atentados de 1999 en Moscú y otras ciudades que tanto impulsaron el acceso al poder delpresidente Vladímir Putin, ha recriminado a Londres no haber aprendido la lección después del envenenamiento de Skripal y su hija. Respecto al caso del vuelo MH-17 abatido sobre el cielo de Ucrania,

La decisión del máximo representante diplomático en Moscú de no acudir a la reunión ha sido recibida con duras palabras por la parte rusa. "Es otro ejemplo fehaciente de la absurda situación, cuando se demuestra que se plantean preguntas y no hay voluntad de escuchar las respuestas", ha valorado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.