Tropas de EEUU controlaban ayer las entradas de Sadr City y los puestos de policía de ese populoso barrio shií de Bagdad, y vigilaban apostados desde los tejados de los edificios. Mientras, los milicianos de Moktada al Sadr estaban presentes en todas las calles tratando de quemar vehículos blindados Humvee. Sadr City, barrio de dos millones de habitantes, ha sido desde el pasado domingo escenario de enfrentamientos sangrientos que causaron 57 muertos y 236 heridos.

A la entrada de la ciudad, escrito sobre un muro en una especie de inglés se lee: "Bremer está fuera de la ley". Es la respuesta popular a la declaración del administrador civil de EEUU, quien a su vez declaró "fuera de la ley" al clérigo radical shií.

En las calles, vestidos de negro, pululan los milicianos del Ejército del Mehdi, algunos armados y enmascarados, otros desarmados y con la cara descubierta. Desde el cuartel general de Sadr un altavoz incitaba a los iraquís a "ponerse al servicio de la población y no de los ocupantes". Los cortejos fúnebres llevaban hacia sus últimas moradas a los que han perdido la vida.

Viviendas destruidas

Tanques americanos apoyados por helicópteros rechazaron, entre las 21 horas del lunes y las dos de la madrugada de ayer, ataques repetidos de los partidarios de Sadr. Nueve viviendas fueron destruidas. De la casa donde vivía Hafez Aluan "no queda nada". Escapó de milagro al ataque con su mujer y su niña. "De pronto me encontré bajo los escombros". De la casa sólo queda una imagen del imán Alí. "El me ha salvado", afirmó.

En la casa vecina, Raad Mansur también se ha salvado. "Estaba estacionando mi coche cuando oí los helicópteros y me tiré al suelo". Mansur tiene una mano rota y un hematoma en la cara.