El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha acusado a Francia de ser responsable de los enfrentamientos que han vuelto a desestabilizar a Libia desde una semana. "Evidentemente hay alguien detrás. Las cosas no pasan por casualidad", dijo el viceprimer ministro al salir de una reunión del Gobierno. "Mi temor es que alguien, por intereses económicos y egoísmo económico nacional, ponga en riesgo la estabilidad de todo el norte de África y por lo tanto de Europa", agregó el ministro ultraderechista haciendo referencia a Francia.

"Alguien hizo una guerra que no se debería haber hcho y ahora convoca elecciones sin hablarlo con lo aliados, con las Naciones Unidas, con los libios", agregó Salvini, aludiendo a la intervención militar contra de Gadafi liderada por el expresidente francés Nicolas Sarkozy en el 2011, a las reuniones organizadas el pasado mayo en París por Emmanuel Macron entre Fayez al-Serraj, jefe del gobierno reconocido internacionalmente, y el general Haftar, líder de los rebeldes, en que se anunciaron elecciones para el próximo 10 de diciembre.

"¡PREGUNTEN A PARÍS!"

Descartando luego una intervención militar, Salvini afirmó que Italia debe ser la protagonista de una pacificación en el Mediterráneo. "Las incursiones de otros, que tienen intereses distintos no deben prevalecer sobre el bien común que es la paz", agregó el controvertido ministro.

Cuando luego los periodistas le preguntaron si no fueun error calificar a Libia de "puerto seguro", como Salvini hizo repetidamente durante las semanas pasadas, el líder de la ultraderechista Liga respondió: "Pregunten a París".

Salvini defiende la necesidad de trabajar junto con los guardacostas libios, pese a las acusaciones de violaciones de derechos humanos, y de devolver los migrantes a Tripoli, declaraciones que contrastan con la realidad de un país totalmente inseguro.