El ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, prohibió ayer el desembarco en puertos italianos a 135 migrantes que se encuentran desde el jueves a bordo de un barco de la Guardia Costera italiana. Salvini no autorizará la llegada a tierra firme hasta que se cierre un acuerdo para su distribución en países europeos.

«He dado órdenes de que no se asigne ningún puerto antes de que se firme la distribución en toda Europa de los 140 migrantes (después se especificó que eran 135) a bordo», afirmó Salvini. «Se ha solicitado oficialmente a la Comisión Europea que coordine las operaciones de distribución de los inmigrantes (...). A la espera de respuestas oficiales no se ha indicado ningún puerto para el desembarco», informaron fuentes de Interior.

El pasado lunes 14 países de la UE dieron su «acuerdo de principio» a una iniciativa franco-alemana para un mecanismo temporal que permita el desembarco de migrantes rescatados en el Mediterráneo central y su distribución posterior entre estados, según anunció el presidente francés, Emmanuel Macron, tras una reunión convocada en París.

El presidente francés añadió que los migrantes debían continuar desembarcando en Italia, lo que enfureció al ministro del Interior italiano. En esta reunión no participó Italia y Salvini habló de «un error de forma», y afirmó que «Italia no es la dama de compañía de nadie y no obedece ninguna orden».

El rescate se produjo la madrugada del miércoles cuando un pesquero procedente de la ciudad siciliana de Siacca, el Accursio Giarratano, localizó a unas 50 millas de la costa de Malta a un centenar de personas a la deriva a bordo de una lancha neumática. En un primer momento, los pescadores solicitaron el permiso para atracar en La Valleta pero las autoridades maltesas se opusieron. Con el objetivo de evitar que la situación degenerase, una patrulla de la Guardia Costera italiana intervino el jueves por la tarde para hacerse cargo de los inmigrantes y poner rumbo a Lampedusa. Pero al llegar al puerto italiano, se encontraron con la orden del Ministerio del Interior, según denunció el capitán del barco pesquero, que explicó que mientras los inmigrantes estuvieron bajo su supervisión les dieron agua y comida.

PUERTOS CERRADOS

A pesar de la política de puertos cerrados anunciada por Salvini, siguen llegando barcos, sobre todo a la isla de Lampedusa, la que se encuentra más al sur de Italia. Esta semana desembarcaron en sus costas más de 150 migrantes.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó el jueves a través de las redes sociales de la posible muerte de más de 100 migrantes al naufragar dos embarcaciones frente a las costas de Libia.

En estos momentos en el Mediterráneo central no hay barcos de ningún operativo europeo, ni tampoco de las oenegés de rescate, ya que algunas han visto cómo la justicia italiana se ha incautado de sus barcos en el marco de investigaciones.

La única nave operativa en este momento es la Ocean Viking, de SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, pero aún no ha llegado a la zona. El barco español de la oenegé Open Arms está atracado en Sicilia.