Matteo Salvini ha presentado una querella formal “por difamación a través de la prensa” contra el escritor Roberto Saviano, escoltado las 24 horas por amenza de muerte de la Camorra, mafia de Nápoles. Ningún político de relieve, sea del gobierno o de la oposición, había manifestado reacción alguna hasta la madrugada del viernes.

Salvini ha presentado la querella en calidad de ministro de Interior, con hojas con membrete de la institución, circunstancia que ha levantado un doble alud de reacciones más de intelectuales que de políticos: por la querella en sí y por el uso del cargo. En la la denuncia, Salvini explica que lo hace porque los ataques recibidos se refieren a su función de ministro.

“Detrás de la esquina está la Rusia de Putin, toca a los hombres de buena voluntad cogerse de las manos y resistir al autoritarismo”, ha respondido el autor de 'Gomorra' e inspirador de la serie de televisión con el mismo título.

"Ministro de la mala vida"

La querella, con 14 páginas de anexos, se fundamenta en varias declaraciones públicas y numerosos post colgados en el Facebook del autor napolitano. Entre ellas figura el calificativo, usado repetidamente, de “ministro de la mala vida” atribuido a Salvini, principalmente a raíz de sus políticas migratorias y también la de usar, cuando habla, “palabras de mafioso”. En las pasadas semanas Salvini había amagado con quitarle la escolta a Saviano.

“Como buen cobarde, (Salvini) no ha dicho nada contra la ‘Ndrangheta (mafia de Calabria) y se ha olvidado de las relaciones entre la Liga del Norte (actual Liga, partido de Salvini) y la ‘Ndrangheta”, ha escrito Saviano. El autor había recordado también en días pasados que, durante la campaña electoral de marzo que premió a la Liga y a los indignados del Movimiento 5 Estrellas, Salvini mantuvo mítines en la región calabresa sin nombrar nunca a la mafia, sino identificando las barracas de la zona como principal problema autonómico. Salvini respondió con la expresión, ya usada para las oenegés que operan en el Mediterráneo: “La fiesta ha terminado también para las mafias”, zambulléndose acto seguido, con fotógrafo al cargo, en una piscina de un chalé secuestrado a unos mafiosos.

En la querella figura también un paso de una reciente entrevista dada al alemán Süddeutsche Zeitung, en la que Saviano vislumbra “un escándaloso pacto de no agresión entre Interior y la ‘Ndrangheta”. El ministro arguye en su alegato que “definir mafioso a un sujeto que se encuentra en la cumbre de la Administración que más que otras tiene el deber de combatir las organizaciones criminales, envilece el papel de la misma administración”.

"Besos"

Según el ministro, las declaraciones de Saviano van más allá del derecho a la crítica y a la fisiológica polémica política, escribe en un post de Facebook que termina como habitualmente responde a Saviano: “Besos”.

Saviano, que lleva casi diez años bajo escolta, junto como otra docena de periodistas italianos, y teniendo que cambiar de domicilio con frecuencia, ha pedido ayuda. “No lo he hecho nunca, pero hoy os pido que estéis conmigo en esta batalla: detrás de la esquina está la Rusia de Vladimir Putin, modelo de ministro de la mala vida que, como se sabe, con frecuencia ha llevado el contraste contra el disenso a consecuencias extremas”. En la declaración Saviano pide “resisitr al avance del autoritarismo, también de aquel que, para infundir más miedo, utiliza la carta con membrete de un ministerio, comprometiendo a todo un gobierno contra un escritor”. “No tengo miedo”, termina.