A Samantha Marson le pueden caer 15 años de cárcel por una broma tonta. La estudiante inglesa, de 21 años, no sabía lo que se le venía encima cuando el pasado sábado soltó una gracia al pasar los controles de seguridad en el aeropuerto internacional de Miami (EEUU).

"Oiga, tenga cuidado porque ahí llevo tres bombas", le dijo a los guardias que controlaban sus equipajes, con los que iba a embarcarse en un vuelo de British Airways rumbo a Londres. Los agentes pidieron dos veces a la pasajera que repitiera lo dicho. A la tercera respuesta en idénticos términos, Samantha estaba detenida, esposada y camino de la cárcel de Dade County.

Leyes violadas

Sus excusas pidiendo perdón no sirvieron de nada. "Ha violado las leyes de nuestro Estado. Antes del 11 de septiembre no nos tomábamos estas cosas en serio, pero después de esa fecha no hay lugar para ese tipo de bromas", declaró el sargento Joe Wychey de la policía del aeropuerto de Miami.

Desde la cárcel, tras ser fichada, la joven llamó a sus padres. "Nos telefoneó a las 3 de la madrugada del domingo y estaba histérica, gritando en un estado terrible. Samantha reconoce que ha hecho el tonto, pero ahora se afronta una larga pena y estoy seguro de que el juicio va a ser una farsa", declaró su padre, Jim Marson.

La joven quedó ayer en libertad provisional después de que, según se rumoreaba, un diario sensacionalista británico pagara la fianza de 5.000 dólares (3.968 euros).

La inglesa deberá presentarse ante el juez el próximo 6 de febrero. "Fue una broma estúpida, pero el castigo es desproporcionado", declaró el diputado británico Matthew Green. Samantha estuvo viajando tres meses por EEUU con su novio norteamericano y volvía a casa para renovar el visado. La pareja estaba haciendo planes para instalarse en ese país.