El jefe del Scotland Yard (la policía judicial británica), John Stevens, viajó ayer a París para repetir el recorrido que, en agosto del pasado 1997, realizó por última vez la princesa Diana de Gales y que terminó en un trágico accidente de automóvil bajo el puente de Alma en la capital de Francia.

El viaje de Stevens se enmarca en la investigación abierta en Gran Bretaña por la muerte de Dodi al Fayed, el novio de la princesa, y que también falleció en el siniestro. El jefe de Scotland Yard se dirigió al Ritz, de donde salió la pareja, perseguida por los paparazzi . Ambos iban con el guardaespaldas Trevor Rees Jones, único superviviente.

Junto a la directora de la policía judicial de París, Martine Monteil, Stevens se trasladó hasta el puente de Alma, que recorrió a pie. El tráfico bajo el túnel fue interrumpido durante media hora, y el responsable policial británico justificó su presencia por la "necesidad de ver el lugar del accidente, porque no se pueden tener pruebas ni indicaciones sólo con fotos", subrayó.

CARTAS SECRETAS Aunque la investigación francesa concluyó que fue un accidente causado por la embriaguez del conductor y la excesiva velocidad, las pesquisas se reactivaron con la denuncia del padre de Dodi, el multimillonario Mohamed al Fayed, que sostiene que la pareja fue objeto de un atentado de los servicios secretos británicos. Esta tesis, que él ha defendido desde el principio, ha cobrado fuerza con la publicación de unas cartas en las que la princesa expresaba el temor a poder ser asesinada.