El secuestro del exvicepresidente Óscar Denis, en el norte de Paraguay, ha sido destacado por ser el primero de un ex alto cargo de un Gobierno que realiza el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y por la supuesta responsabilidad en el mismo de una "brigada indígena" de esa guerrilla.

Denis, de 74 años, que además de ocupar la vicepresidencia entre 2012 y 2013, presidió el Partido Liberal, el mayor de la oposición, fue secuestrado en su hacienda ganadera junto a un peón de la misma, de 21 años, en la frontera entre los departamentos de Concepción y Amambay.

Las fuerzas de seguridad hallaron en la camioneta en la que se desplazaban panfletos firmados por una "Brigada Indígena de ajusticiamiento de matones de estancias del Ejército del Pueblo Paraguayo". Con la amenaza añadida de que los abusos contra las comunidades "no quedarán impunes".

Presencia indígena

Esos pasquines fueron hallados por primera vez el 9 de julio de 2019 tras el ataque armado a una hacienda del departamento de Amambay, propiedad de un productor brasileño, que se saldó con la ejecución del capataz, de la misma nacionalidad.

Los militares señalaron entonces que entre los atacantes había varías personas con "rasgos indígenas", que como el resto del grupo iban a cara descubierta y vestidos con uniformes de camuflaje.

Al respecto, el entonces ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, destacó que se trató de "un hecho nuevo" en el marco de la actividad armada del EPP.

Disputas étnicas

Otro lado de ese factor indígena en el secuestro de Denis, es el origen del peón de su estancia también secuestrado, Adelio Mendoza, perteneciente a una de las 50 comunidades de los Paí Tavyterá.

Se trata de una etnia guaraní del departamento de Amambay compuesta por unas 15.000 personas, de las que muchas son empleadas de fincas agrícolas y ganaderas.

Al respecto, el analista Alfredo Boccia explicó a Efe, que los Paí Tavyterá coexisten en el norte del país en un corredor "de todos los tráficos y todas las necesidades".

Ello en alusión a la pobreza que impera en las áreas rurales de Amambay y Concepción, donde además abundan los cultivos ilegales de marihuana, de los que Paraguay es el mayor productor de Suramérica.

Buscan a los secuestrados

Miembros de esa comunidad se concentraron esta tarde en la hacienda de Denis para condenar los secuestros, y manifestaron su intención de realizar batidas en la zona para hallarlos con vida.

El grupo aguardó además la llegada del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, que se personó para reunirse con los familiares de Denis.

Diversos analistas resaltaron la circunstancia de que el EPP haya secuestrado a una figura política del nivel de Denis, si bien estaba retirado de la política y se dedicaba de lleno a su hacienda ganadera.

Denis fue gobernador de Concepción, diputado por ese departamento, titular del Partido Liberal y luego vicepresidente del Gobierno de Federico Franco (2012-2013). Si Denis era objetivo del EPP por su actividad empresarial, ello estaría en la línea de otros secuestros de la guerrilla.

Probables causas del secuestro

El EPP se financia con secuestros de productores agroganaderos, muchos de las colonias menonitas de la zona, buscando a cambio de su liberación sumas económicas.

Una excepción fue el caso del policía Edelio Morínigo, secuestrado hace seis años y de quien no se tiene noticias de su paradero. En un principio el EPP ofreció entregarlo a cambio de la puesta en libertad de varios prisioneros de la guerrilla, pero el Gobierno del colorado Horacio Cartes (2013-2018) se negó a ese canje.

Algún referente del coloradismo, señaló que el secuestro de Denis sería una venganza por la muerte de dos niñas de 11 años en esa zona una semana antes, en dos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el EPP.

Y el ministro del Interior, Euclides Acevedo, declaró que las "represalias no siempre son planificadas, son utilizadas de acuerdo a la coyuntura y esto tiene muchísima connotación política".

Aunque aclaró que detrás del secuestro de Denis no estarían los mismos guerrilleros del EPP que tomaron parte en ese enfrentamiento, a unos 32 kilómetros de donde se dio el del viceministro. Cuando se produjo el secuestro de Denis, el Gobierno seguía bajo las críticas por la muerte de las menores y el rechazo de organizaciones de derechos humanos.