La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos sufrió ayer un drástico vapuleo por parte del Senado, que la acusó de haber exagerado o basado en informaciones falsas sus conclusiones, antes de la guerra de Irak, sobre el arsenal de destrucción masiva que poseía Bagdad. El presidente, George Bush, justificó la invasión del país aludiendo a la necesidad de destruir las supuestas armas, que no han aparecido.

En un cáustico informe de 500 páginas, el Comité de Inteligencia del Senado adjudica a la CIA la responsabilidad de las exageraciones y mentiras sobre las armas de Irak, y asegura "no haber encontrado pruebas" de que la Casa Blanca o sus colaboradores presionasen a la agencia de espionaje para que alterase sus conclusiones sobre Irak.

CHENEY, EXONERADO Además, el informe exonera específicamente al vicepresidente, Dick Cheney, de todo intento de presión en este sentido sobre los analistas de la CIA, en sus visitas a la sede de la agencia.

No obstante, el senador demócrata John Rockefeller, de Virginia Occidental, afirmó tajante que "si la Cámara hubiera sabido lo que ahora sabe", "no habría autorizado esa guerra con 75 votos" (sobre un total de 100). El presidente Bush, por su parte, sin mostrar entusiasmo, juzgó "útil" el contenido del documento, pero volvió a insistir en que Sadam Husein tenía la capacidad y la intención de fabricar armas de destrucción masiva.

El informe no juzga el uso que después hizo la Casa Blanca, durante los prolegómenos de la guerra de Irak, de la información suministrada por la CIA. Este tema, de obvia influencia electoral, será objeto de un segundo informe que se publicará tras los comicios presidenciales del 2 de noviembre, según dijo ayer la cadena televisiva CNN.

TENET SE VA El varapalo del Senado a la CIA se dirige específicamente contra su director, George Tenet, por rechazar las opiniones contrarias de otras agencias de espionaje sobre el arsenal de Sadam Husein. Tenet, que ya dimitió hace un mes, abandonará su puesto mañana. El informe acusa a la CIA de haber sido víctima de ideas preconcebidas sobre la existencia de ese arsenal, algo que la llevó a concentrarse en los datos que apoyaban sus ideas e ignorar los que las contradecían. Como consecuencia, su estimación sobre las armas de destrucción masiva de Sadam, en octubre del 2002, fue "exagerada o no apoyada por datos de los servicios de espionaje". Desde 1998, cuando los inspectores de la ONU abandonaron Irak, el espionaje de EEUU se quedó sin medios para evaluar los programas de armas de Sadam. Por ello, basaron sus conclusiones en datos de servicios extranjeros y en las afirmaciones de exiliados iraquís, ansiosos por ver su país invadido por Washington para derrocar a Sadam.

La muerte de un soldado estadounidense herido en combate en Bagdad elevó ayer a 1.000 la cifra de muertos en las filas de EEUU y sus aliados desde marzo pasado. De acuerdo con las cifras del Pentágono, las tropas estadounidenses han tenido 880 bajas mortales, de las cuales 657 fueron a manos del enemigo. El Reino Unido ha perdido al menos 60 militares y España, 11, además de dos periodistas.