El Gobierno de Corea del Sur ha solicitado a los proveedores de internet que impidan que se muestre la decapitación del traductor surcoreano Kim Sun-il en la red. Para ello, se ha activado un sistema de monitorización de 24 horas que cierra las páginas donde se está cargando el vídeo. El brutal asesinato ha conmocionado a los surcoreanos y el Gobierno quiere impedir que se inflamen más los ánimos. "Cuando una nación está en duelo, el ministro siente que es necesario adoptar medidas fuertes", según una fuente oficial. Una web islamista ya ha mostrado el vídeo entero de la ejecución, y diferentes fuentes afirman que las imágenes ya están circulando por varias páginas de internet árabes.