Israel reaccionó ayer al doble atentado suicida del martes en Bersabé, en el que murieron 18 personas, disparando, por ahora verbalmente, a todo lo que se mueve. Fuentes del Gobierno de Ariel Sharon declararon que se reanudará la política de asesinatos de líderes de Hamás tanto en los territorios ocupados como en otros países. Además, el jefe del Estado Mayor, el teniente general Moshe Yaalon, dijo que Israel "se enfrentará a quienes apoyan el terrorismo, ya sean elementos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), de Hizbulá o que estén en Damasco bajo aprobación siria".

De entrada, según fuentes de las fuerzas de seguridad, el objetivo serán los líderes de Hamás, pero no se descarta ninguna otra medida. Tras los asesinatos del jeque Ahmed Yasín y Abdelaziz Rantisi, Hamás no anunció quién es su nuevo líder en los territorios, aunque todos señalan a Mahmud al Zahar e Ismail Haniya, que se encuentran en la clandestinidad en Gaza. Por encima de ellos, en Damasco está Jaled Meshal, líder político absoluto de Hamás y que ya sobrevivió a un rocambolesco intento de asesinato israelí en Jordania en 1997. "La política ahora es golpear a Hamás allí donde esté", dijo un portavoz.

Las acusaciones contra Hizbulá y Siria son una constante en el discurso de las fuerzas de seguridad israelís en los últimos meses.

ACUSAN A DAMASCO Según Israel, la milicia shií libanesa ha participado de forma activa en la organización de los grupos armados palestinos en los territorios bajo las instrucciones de Siria, algo que Damasco siempre ha negado. "Lo que los grupos terroristas palestinos tienen en Damasco no son los departamentos de relaciones públicas, sino su centro de operaciones", dijo ayer al diario Haaretz un alto mando militar. Israel acusa a Siria de prestar apoyo logístico y financiero a los grupos armados palestinos y, más directamente, de estar detrás del atentado de Bersabé.

Esta última acusación contra Damasco contrasta con otras informaciones que las propias fuerzas de seguridad israelís han proporcionado respecto al comando de Hamás que perpetró la masacre de Bersabé. Según estos datos, el movimiento islamista cuenta en Hebrón --donde se planeó el doble atentado-- con la mejor infraestructura de Cisjordania. Por eso, la primera reacción militar al atentado fue cerrar Hebrón.