Lo dijo ayer, en su tono más solemne, el primer ministro israelí, Ariel Sharon: "En toda mi vida como luchador, comandante, político, diputado, ministro y primer ministro, ésta es la decisión más difícil que he tomado". En el discurso inaugural de la histórica sesión de la Knesset (Parlamento israelí) en la que se debate la evacuación de las colonias judías de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos de Cisjordania, Sharon defendió su plan para "fortalecer Israel". Cara a la crucial votación de hoy, Sharon se ha asegurado al menos 65 votos de los 120 diputados.

La Knesset y sus alrededores fueron el epicentro de lo que Sharon calificó como "el momento de la verdad" de Israel. Dentro del edificio, los diputados empezaron una maratoniana sesión de dos días que esta noche debe culminar con la votación. Fuera, miles de personas se manifestaron a favor y en contra de la salida de la franja de Gaza. La policía incluso preparó varios helicópteros para que los legisladores pudieran llegar y salir de la Knesset.

CRISPACION EVIDENTE El ambiente crispado se hizo evidente dentro del Parlamento, donde dos diputados de extrema derecha fueron expulsados por interrumpir constantemente a Sharon. En su intervención, el primer ministro dijo entender perfectamente lo que supone la evacuación de Gaza para los colonos, "que han sido enviados en nombre del Gobierno para construir casas allí".

Sin embargo, defendió que la retirada de Gaza es la única solución para que Israel no se vea obligado a regresar a las fronteras anteriores a la guerra de los seis días y para defender su carácter de Estado judío. "No queremos gobernar a millones de palestinos cuya población se dobla cada generación. Israel quiere ser una democracia, y no puede hacer eso", dijo. "Siempre he dicho que estaba dispuesto a tomar medidas dolorosas", sentenció.

Al parecer, la mayoría de la Knesset también está lista para medidas dolorosas. Sharon cuenta con el voto favorable de entre 65 y 68 diputados, gracias al apoyo de 21 de sus diputados, 14 del partido laico Shinui, 6 de la izquierda pacifista y 19 del Partido Laborista --Shimon Peres dijo ayer que "no vale la pena luchar por Gaza"--. En contra se pronunciarán 21 diputados del Likud, la extrema derecha y los partidos religiosos. Las formaciones árabes-israelís no han decidido su voto.

Por otro lado, el Gobierno israelí anunció ayer que ha autorizado al presidente palestino, Yasir Arafat, a salir de su residencia de la Mukata en Ramala para recibir tratamiento médico en un hospital de la misma ciudad cisjordana. "Tiene dolores, y ha sido autorizado a moverse por Ramala. Cuando finalice su visita, podrá regresar a la Mukata", declaró a la agencia Reuters una fuente de los servicios de seguridad israelís. Pero fuentes palestinas dijeron que el rais disfruta de buena salud y no se trasladará al hospital.

DOS VERSIONES Según el Gobierno de Sharon, un asistente de Arafat efectuó la petición y las autoridades israelís se limitaron a aceptarla. El segundo canal de la televisión informó de que la petición palestina no implicaba que Arafat tuviera que visitar inmediatamente el hospital. Jamil al Tarifi, asesor de Arafat, admitió habérselo comentado a un dirigente israelí, pero negó que se hubiera efectuado ninguna petición.