El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha rechazado las recomendaciones militares de que es un buen momento para poner fin a la operación Días de penitencia en la franja de Gaza y ha ordenado seguir adelante con esta ofensiva, según publicó ayer el diario israelí Haaretz . Así, la Franja continuará sufriendo una operación que ya ha causado la muerte de 114 palestinos.

Según el rotativo israelí, los mandos militares consideran que, dos semanas después de su inicio, la operación ya no tiene sentido, dado que el grupo fundamentalista Hamás ha cambiado los lugares desde donde dispara los cohetes caseros Qassam y se ha trasladado fuera del campo de refugiados de Yabalia. Ante esta situación, el Ejército considera que es demasiado arriesgado para los soldados permanecer en el campo y propone un repliegue para actuar en los nuevos lugares de lanzamiento.

DOS ORDENES Sharon ha ordenado controlar las zonas a las que se ha trasladado Hamás pero también mantener la presencia en Yabalia. Las fuentes citadas por el diario aventuran que Sharon pretende retrasar el repliegue hasta que un sistema de avisos anti-Qassam entre en funcionamiento en la ciudad israelí de Sderot, objetivo habitual de estos cohetes.

Mientras, el propio Sharon inauguró ayer la sesión de invierno de la Knesset, el parlamento israelí, con un discurso en el que defendió su plan de separación de los palestinos, que contempla la evacuación de todos los asentamientos de la franja de Gaza y de cuatro del norte de Cisjordania. Sharon reiteró que sigue apostando por la hoja de ruta , pero que la falta de interlocutor válido en el lado palestino le obligó a tomar decisiones unilaterales.

El primer ministro anunció que presentará su plan el 25 de octubre para que sea votado por los diputados el día siguiente, y que el proyecto de ley de las compensaciones económicas a los colonos será presentado la primera semana de noviembre.

Estas dos votaciones, más la de los presupuestos generales, marcará el futuro no sólo de este periodo de sesiones, sino del propio Gobierno de Sharon, que ahora mismo no tiene mayoría parlamentaria. De la habilidad de Sharon para pactar con el Partido Laborista de Shimon Peres, de contentar a sus propios diputados contrarios a la evacuación y de negociar con la ultraderecha dependerá que el primer ministro se vea obligado o no a convocar elecciones anticipadas incluso este mismo año.