Irak aún no tiene Constitución provisional. Lo que debería haber sido un solemne acto ceremonial de firma del texto se convirtió en el escenario de disputas, sobre todo entre shiís y kurdos, sobre el reparto de poder en el Irak que deje tras de sí la Administración estadounidense el próximo 30 de junio. Cinco representantes shiís del Consejo de Gobierno Iraquí (CGI) exigieron renegociar lo pactado apenas hace unos días en lo referente a la composición de la presidencia colegiada y las condiciones del referendo que deberá aprobar una Carta Magna definitiva en el 2005.

Los cinco shiís reabrieron la negociación antes de las cuatro de la tarde, cuando debía empezar el acto.

Tras el plantón --que varias fuentes atribuyeron al ayatolá Alí Sistani-- se inició una nueva ronda de negociaciones contrarreloj para intentar que la ceremonia --que ya se canceló el pasado miércoles, tras los sangrientos atentados de Kerbala y Bagdad-- se celebrara ayer. Fuentes del CGI avisaron de que las exigencias shiís se centran en la presidencia colegiada que prevé la Constitución. El texto habla de tres miembros --un suní, un shií y un kurdo--, mientras que ayer los representantes shiís pidieron una presidencia de cinco personas, tres de ellas shiís.

La otra exigencia que presentaron los shiís "un minuto antes de la firma", según un representante kurdo, fue que se retirara una cláusula en la que se dice que si tres provincias votan contra la Constitución definitiva en el referendo previsto, la Carta Magna no será aprobada aunque haya sido apoyada por la mayoría de la población. Los kurdos tienen tres provincias y este hecho, a ojos de los shiís, les otorga un poder de veto.

EXPLOSIONES La pugna política se produjo un día en el que numerosas explosiones sacudieron Bagdad sin causar víctimas. Fuentes estadounidenses informaron de que el aeropuerto sufrió siete ataques.