El centroderecha gobernará en Sicilia, tras imponerse con el 40% de los votos en las elecciones autonómicas celebradas el domingo en la isla, según datos oficiales con el escrutinio prácticamente completado. En segunda posición, a unos 100.000 votos de distancia, ha quedado el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), que obtuvo el 34%. Mientras que los grandes derrotados han sido el gubernamental Partido Democrático (PD) y la izquierda, seguidos por los independentistas del movimiento Sicilianos Libres. Estos, como en anteriores ocasiones, han quedado en el último lugar.

Nello Musumeci (Militello, 1955), exdirigente del desaparecido Movimiento Social Italiano (MSI, posfascista) y líder de la coalición de partidos conservadores, ha festejado su triunfo asegurando su intención de “luchar” por Sicilia, una isla considerada como una autonomía fracasada por su endémica corrupción y su retraso socioeconómico. “Han ganado los moderados”, ha agregado, por su parte, el todavía enérgico Silvio Berlusconi, quien había depositado su confianza en el derechista.

No obstante, dado el margen no muy amplio del triunfo, es probable que el nuevo gobernador de Sicilia tenga que pactar con el M5S. Un objetivo que no es imposible, puesto que los programas electorales de ambos grupos presentan puntos en común. Entre estos están la propuesta de recortar los salarios y privilegios de la clase política local y la de renegociar algunos acuerdos entre el Gobierno central y la isla.

Renzi, en la diana

En este clima, el resultado electoral siciliano, tradicionalmente visto como un laboratorio de los posibles escenarios cara a las elecciones generales italianas —las próximas, previstas para el 2018—, ha provocado un inmediato terremoto político, en particular en el PD. “El centroizquierda necesita unión, divididos no vamos a ningún lado”, ha dicho el diputado progresista Emanuele Fiano, haciéndose eco de otras voces similares dentro de la formación. “La de Sicilia ha sido una derrota anunciada”, ha añadido.

“El PD me quería sepultar y ha terminado suicidándose”, ha afirmado el progresista Rosario Crocetta, gobernador saliente de Sicilia y acusado, dentro y fuera del partido, de no haber derrumbado el muro del desasosiego de una ciudadanía sin confianza en el Estado y harta de la política. Aunque quien ahora tomará el poder, Musumeci, también ha sido acusado por sus rivales de estar rodeado de personajes opacos, incluso investigados por la justicia.

Esto es algo que este lunes también ha repetido el M5S, que añade que ha sido el partido más votado —en solitario— de la isla. “Hemos triplicado el resultado del PD y duplicado el de Forza Italia (la formación de la coalición conservadora con más votos)”, ha dicho Luigi Di Maio, su líder. Acto seguido, el dirigente del M5S ha cancelado una comparecencia televisiva con Matteo Renzi, al poner en duda que el líder del PD continúe en el futuro al frente de esa formación.

También en Ostia

Las elecciones celebradas este domingo en Italia también han colocado al Movimiento Cinco Estrellas y a los conservadores a las puertas de gobernar Ostia, el décimo distrito y puerto de Roma, cuyo administración fue disuelta hace dos años por graves infiltraciones mafiosas. La candidata del M5S, Giuliana Di Pillo, y la de la coalición de centroderecha, Monica Picca, dieron la sorpresa al lograr el pase a la segunda vuelta, que se celebrará el 19 de noviembre. Los comicios certificaron asimismo el avance de los neofascistas de Casapound, que obtuvieron un 9%.