El empresario y expresidente de Italia, Silvio Berlusconi, de 84 años, lleva ingresado desde el lunes en un hospital de Milán y no podrá asistir a ningún acto político en los próximos días. Así lo ha revelado este miércoles su abogado, Federico Cecconi, durante una audiencia en el juicio de alto perfil del caso Ruby en el que está implicado el magnate. Cecconi excusaba la ausencia de su defendido al inicio de la audiencia del juicio en el Tribunal de Milán explicando que el expresidente "está hospitalizado por problemas de salud", aunque no ha querido dar más detalles.

Poco después del anuncio de su abogado, fuentes del partido Forza Italia, el grupo de centro-derecha que dirige Berlusconi, aseguraron que no se trataba de "nada grave". El partido también ha explicado que el magnate había permanecido en su casa de Arcore, una pequeña ciudad cerca de Milán, antes de trasladarse al hospital. "Necesitará descansar un tiempo", dijo la fuente, añadiendo que hasta el sábado Berlusconi había estado "muy bien". Según informa el medio italiano Corriere della Sera, durante estos tres días, el dueño de Mediaset se ha sometido a diversas pruebas médicas en el hospital San Raffaele de Milán.

No es la primera vez que Berlusconi se enfrenta a problemas de salud este año, ya en enero, el italiano tuvo que ser ingresado en el Centro Cardio-Torácico de Mónaco por unos problemas cardiacos. El que ha sido tres veces presidente de Italia lleva un marcapasos desde 2006 y se encontraba de vacaciones en la ciudad francesa de Valbonne, cercana a Niza, cuando sufrió estos problemas en el corazón. El político definió la situación como "el reto más peligroso de su vida". Además, en septiembre tuvo que ser hospitalizado durante dos días en el San Raffaele con una neumonía bilateral producida por el coronavirus.

"Rubygate"

Los defensores de il cavaliere (como se conoce a Berlusconi) no pidieron un aplazamiento del juicio, enmarcado en el escándalo del "Rubygate" y de las famosas veladas "bunga-bunga" que el empresario organizaba con chicas jóvenes -previo pago- en una lujosa villa en los alrededores de Milán. Además de Berlusconi, están siendo procesadas otras 28 personas. El juicio Ruby-ter se centra en los pagos realizados por Berlusconi a varias personas, mujeres jóvenes y músicos que asistían a sus fiestas, a cambio de que no contaran lo que allí pasaba. Entre 2011 y 2015, el expresidente tuvo que recompensar a las jóvenes con diez millones de euros, de los cuales siete iban íntegramente para Ruby, que era menor de edad cuando acudía a estos festejos.