A medida que se acerca la transferencia del poder, prevista para el próximo 30 de junio, las fuerzas estadounidenses desplegadas en Diwaniya empujan a los policías iraquís a comprometerse más en el mantenimiento de la seguridad, sin embargo estos últimos aseguran que no disponen de los medios necesarios. Sacos de arena, coches, chalecos antibalas... y un poco más de respeto por parte de las tropas de la coalición: la lista de quejas de la policía iraquí es larga.

Los oficiales de la comisaría de Diwaniya presentaron el pasado fin de semana la lista de peticiones al comandante estadounidense John Steele, durante un encuentro destinado a coordinar las operaciones de seguridad en la ciudad shií situada en el centro de Irak. "No tenemos coches para patrullar ni material de comunicación", se lamentó uno de los oficiales encargados de la circulación. Otros oficiales se sumaron a las quejas: faltan municiones, armas, sacos de arena para levantar barreras de protección...

Numerosas víctimas

Esto sin contar con la falta de uniformes. "Los policías sólo tienen un AK-47 y una cartuchera. Los insurgentes, por su parte, tienen morteros, cohetes anticarro, ametralladoras", declaró uno de los participantes en el encuentro. "Tenemos numerosas víctimas en nuestras filas", prosiguió, antes de añadir con orgullo: "Pero todavía tenemos el control de la situación".

Otro se quejó de que las tropas estadounidenses que patrullan en la ciudad mandan sobre los policías iraquís, haciéndoles perder autoridad ante la población local. Cuando las tropas de EEUU relevaron a las fuerzas españolas que se iban de Diwaniya, hace dos semanas, se hicieron con todas las armas pesadas de que disponía en aquel momento la policía local.

"Si nos atacan, ya no tenemos medios para defendernos", lamentaba otro policía. Por su parte, EEUU sospecha de la connivencia de los policías del centro y del sur shiís con los milicianos del clérigo radical Moktada al Sadr.

Las mismas normas

El comandante Steele prometió que pedirá a sus hombres que traten a los oficiales iraquís con todo el respeto que merecen y que se satisfarán las necesidades más urgentes. A cambio, el militar estadounidense les pidió: "Tendréis que respetar las mismas normas que mis soldados". Y les advirtió de que espera un comportamiento profesional y de que no tolerará la corrupción.

El oficial de Estados Unidos también exhortó a los oficiales iraquís a tener paciencia. "Haremos esfuerzos para que obtengáis lo que necesitáis, pero no podemos prometeros que sea hoy", les explicó a los oficiales iraquís.