La sombra del covid-19 ha planeado este miércoles, en todo momento, sobre el aplazado Desfile de la Victoria en Moscú, la parada militar con la que, año tras año, Rusia conmemora el triunfo soviético sobre la Alemania nazi. Descartada hace ya tiempo la presencia de líderes occidentales de relevancia, la pandemia incluso ha impedido que estuviera al completo, en la tribuna de la plaza Roja, el plantel de presidentes de las exrepúblicas soviéticas. Durante su intervención, el líder del Kremlin, Vladímir Putin, ha arremetido de nuevo contra las recientes tentativas de responsabilizar a la Unión Soviética del inicio de la segunda guerra mundial y equiparar su papel en la contienda al de la Alemania nazi.

El líder del Kremlin aspiraba a celebrar por todo lo alto el 75 aniversario del final de la guerra mundial, atrayendo incluso a las celebraciones a dirigentes de la UE que defienden rebajar el grado de confrontación con Moscú, como Emmanuel Macron. Incluso mandatarios exsoviéticos que habían confirmado su asistencia, como Soronbai Jeenbekov, el presidente de Kirguizia, república de Asia Central, han tenido finalmente que plegarse a la nueva realidad impuesta por la emergencia sanitaria. Dos de los ayudantes que le acompañaban en el vuelo desde su país han dado positivo a su llegada a Moscú, lo que le ha obligado al líder kirguizio a mantenerse al margen de los fastos. Como recordatorio de que la amenaza del covirus sigue ahí, el acto se ha celebrado en una jornada en la que el país superaba el umbral de los 600.000 contagiados, con 7.154 nuevas infecciones de covid-19 y 154 fallecimientos en las últimas 24 horas.

"Debemos recordar que el pueblo soviético asumió la mayor carga en la lucha contra el nazismo; en eso radica la principal, sincera y nada turbia verdad sobre la guerra", ha asegurado Putin desde la tribuna, rodeado de ancianos veteranos de la guerra algunos con una máscara cubriéndoles la boca, momentos antes de iniciarse el desfile. El mandatario ha pasado revista al esfuerzo de su país durante la contienda, destacando que Hitler desplegó al 80% de sus fuerzas en el frente oriental en 1941 y recordando que fue el Ejército Rojo el que liberó los principales campos de concentración en Europa del este donde se exterminaba a los judíos y a otros grupos étnicos. "Es imposible imaginar qué hubiera ocurrido con el mundo si no hubiera salido en su defensa el Ejército Rojo", ha recalcado.

FRENAR LAS TENTATIVAS DE RESPONSABILIZAR A LA URSS

Frenar las tentativas de culpabilizar de la contienda a la URSS, que firmo un pacto de no agresión con Hitler en 1939 y acordó con el líder nazi el reparto de Polonia, constituye una de las máximas prioridades del Kremlin en la actualidad. Sin ir más lejos, el pasado septiembre, el Parlamento Europeo aprobó una moción condenando dicho acuerdo en su 80 aniversario e instando a la Comisión Europea a frenar los intentos de "blanquear los crímenes soviéticos", que definió como "un peligroso componente de la guerra de información" que lleva a cabo Rusia "contra la Europa democrática".