El horizonte del conflicto vuelve a mostrarse peligroso en Venezuela. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha considerado nulos los actos de la Asamblea Nacional (AN) que busca desplazar a Nicolás Maduro. A su vez ha dispuesto que el presidente no le rinda cuentas al Parlamento en su mensaje anual sino a la máxima instancia judicial que la oposición considera una sucursal del poder Ejecutivo. Para el TSJ, el Congreso, donde la Mesa de Unidad Democrática (MUD) tiene mayoría, está imposibilitada de “realizar actos válidos” por lo cual Maduro deberá informarle al principal tribunal venezolano sobre “los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión”. Según el TSJ, el Congreso ha violado “su propio reglamento interior y de debates”. Por lo tanto, “todas las actuaciones parlamentarias desplegadas desde ese día también son nulas”, añade el fallo.

El dictamen incluye una llamada a los diversos actores políticos para que utilicen la vía del diálogo como "herramienta fundamental para dirimir las diferencias políticas” y, en especial, “para cumplir los deberes, fines y normas constitucionales, en función de garantizar la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, y de procurar la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo".

DETENCIÓN DE UN OPOSITOR

En paralelo al pronunciamiento judicial, el servicio de inteligencia detuvo a Gilber Caro, un diputado suplente por el estado de Miranda y adscrito a la Dirección Nacional de Voluntad Popular (VP), el partido que lidera Leopoldo López, el exalcalde encarcelado desde los graves incidentes de febrero de 2014.

El vicepresidente Tareck El Aissami aseguró que Caro está vinculado con actos de "desestabilización nacional" y la promoción de “actos terroristas” por lo que será “castigado con todo el peso de la ley”. De acuerdo con El Aissami, el legislador suplente tenía en su poder un fusil que pertenece a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) así como explosivos.

Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del chavismo, celebró la detención. “Es el primer gran logro del comando antigolpe”, dijo. Horas atrás, Maduro puso a funcionar el comando antigolpe por la paz y la soberanía antiimperialista que encabeza el propio El Aissami e incluye a los organismos de seguridad. El presidente lo creó después de la votación parlamentaria que busca su desplazamiento y nuevas elecciones presidenciales.

Voluntad Popular rechazó el arresto de Caro y dijo que “viola flagrantemente su inmunidad parlamentaria”. La agrupación, que forma parte del sector más duro de la MUD, reticente al diálogo político con el chavismo, aseguró que el llamado comando antigolpe “no es más que una excusa para encarcelar, desmovilizar e intimidar a quienes seguimos a la vanguardia de la lucha no violenta por el cambio democrático de un régimen que solo en el año 2016 sometió al pueblo venezolano a una inflación superior al 700%, a la ausencia de alimentos y medicinas, e inclusive a la ausencia de billetes para comprar lo poco que se puede en Venezuela, hundiéndonos más en la miseria con la profunda”. Alertó además de que el próximo paso es “encarcelar a los diputados de la Unidad y disolver la Asamblea Nacional”.

EL DIÁLOGO A LA DERIVA

El choque institucional y el arresto de Caro tienen lugar en momentos que el diálogo político parece estar otra vez a punto de naufragar.Jesús 'Chúo' Torrealba, el secretario ejecutivo de la MUD, ratificó que la oposición no volverá a conversar con el Gobierno hasta que el Gobierno nacional cumpla con los acuerdos establecidos en la reunión del 30 de octubre. Y uno de sus aspectos claves tiene que ver con crear condiciones para una salida electoral.

Torrealba acusó al Gobierno de “alimentar falsas expectativas” con las conversaciones. Recordó, en ese sentido, que el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín, envió una carta a los representantes de ambos sectores en la que exhorta a cumplir lo pactado. En este contexto se espera la llegada a Caracas de Ernesto Samper, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Samper, junto con representantes de la Santa Sede y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, intentará la semana que viene reflotar un diálogo en el que las mismas partes no parecen creer.