En una sentencia que sienta precedente, el Tribunal Supremo israelí ordenó ayer variar el trazado del muro de separación que Israel está construyendo en Cisjordania, en una zona de 30 kilómetros al norte y al oeste de Jerusalén, porque vulnera los derechos de la población palestina. "La ruta que el mando militar estableció para la valla de seguridad daña a la población local de forma grave y viola sus derechos bajo la ley humanitaria internacional", reza el texto de la sentencia. Los tres jueces afirman que el trazado ha creado "tantas penurias a la población que el Estado debe encontrar una alternativa que dé menos seguridad pero que también dañe menos".

El tribunal aclara que Israel tiene derecho a construir la barrera en territorio ocupado en la guerra de 1967, pero que, en su diseño, no hay que "romper el delicado equilibrio entre la obligación del mando militar de garantizar seguridad y la de velar por las necesidades de la población local". El tribunal tiene potestad para ordenar un cambio de ruta y congelar temporalmente la construcción del muro, pero no para prohibirla totalmente. El Ministerio de Defensa afirmó ayer mismo en un comunicado que cambiará el trazado de la zona sobre la que el Supremo ha fallado "en base al principio de equilibrio entre la seguridad y las consideraciones humanitarias".

RECURSO DE AMPARO El fallo se produce en respuesta a un recurso de amparo presentado por palestinos residentes en la zona en el que se afirmaba que el muro afectaba irremediablemente a la vida de 45.000 personas de 10 aldeas que se veían separadas de sus cultivos, escuelas y trabajos. Según fuentes palestinas, tal como estaba el trazado actual, 48,5 kilómetros cuadrados quedaban del lado israelí del muro y 2,4 kilómetros cuadrados más iban a ser confiscados para su construcción. El Ejército israelí había previsto que cuatro puertas en el muro permitirían el acceso de los civiles palestinos a sus tierras previa tramitación de un permiso.

Los palestinos denuncian que estas puertas no son una solución, ya que su funcionamiento depende en muchas ocasiones de la predisposición de los militares a su cargo.

La importancia del fallo del Supremo radica en que admite que el muro daña los derechos de los palestinos y en que ordena a Israel que vele por las necesidades de la población local en el territorio ocupado.

SATISFACCION DE LA DEFENSA De ahí que el abogado que presentó el caso, Mohamed Dahla, expresara ayer su satisfacción por un fallo que calificó de "valiente y muy importante". "Esta decisión es más importante que la de La Haya, porque ésta sí será acatada", dijo Dahla, en referencia al fallo que el Tribunal Internacional de La Haya emitirá el próximo 9 de julio sobre la legalidad de la construcción del muro en Cisjordania. La decisión de La Haya no será vinculante.

La decisión de que Israel deberá combinar en la construcción del muro la seguridad con la obligación de no dañar los derechos de los palestinos sentará precedente para los 20 recursos presentados ante la misma corte por otras localidades afectadas por el muro. De ahí que una fuente gubernamental expresara ayer su disgusto y afirmara que la sentencia crea "un daño irreparable" a la seguridad de los israelís.