A los 74 años, Tabaré Vázquez se convirtió en el presidente más votado en los últimos 70 años de la historia uruguaya. Las encuestas no se equivocaron: el candidato del Frente Amplio arañaba este domingo el 54% de los sufragios. Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, se quedó a casi 14 puntos de distancia. Vázquez no se demoró en hablarle al país como el hombre que gobernará a partir de marzo del 2015. Subrayó que la victoria arrolladora del FA no es casualidad sino "fruto de la credibilidad” de la coalición que está en el poder desde 2005. "Nuestra tarea será cumplir con el mandato y la propuesta programática", señaló. La victoria del FA cierra un ciclo electoral en Sudamérica en el que la izquierda, en sus diversas variantes, y con distintas dificultades, logró mantenerse en el Gobierno: primero en Bolivia, con Evo Morales, luego en Brasil, de la mano de Dilma Rousseff, y este domingo en Uruguay.

Montevideo se pobló de frenteamplistas en la noche del domingo. Pero Tabaré no le habló solo a ellos. El vencedor tendió su mano a los oponentes. "Más allá de divisas y candidaturas partidarias hoy ganó el Uruguay y es lo que nos une y nos identifica. Están convocados todos a un diálogo. Que sin ignorar a nadie y abarcando a todos refleje a las mayorías, porque esto es el alma de la democracia”. Según el vencedor de la contienda, "en la sociedad puede haber asimetrías pero no puede haber en los derechos de la gente y ante la vida. Ahí está la clave de la convivencia ciudadana". Eso implica, añadió, "acuerdos de todos los sectores sobre los temas vertebrales de la agenda del país. La educación, la salud, vivienda, infraestructura, protección social, innovación, producción y medio ambiente, empleo decente".

El FA, la coalición que integran exguerrilleros, comunistas, socialdemócratas y desgajamientos de los partidos tradicionales, gobernará con mayoría parlamentaria y el control de 15 de los 19 departamentos del país. Según el mandatario electo, "el Uruguay de hoy no es el mismo del 2005 ni el 2010. Puede mejorar. Surgen nuevas demandas, nuevas posibilidades y nuevos desafíos. No se trata de perseguir quimeras sino de ver la realidad".

DERROTA DE LACALLE

Lacalle no se demoró en admitir su derrota. "El camino que uno elige para llegar es tan importante como el destino", dijo, y prometió defender su programa en el Congreso.

Vázquez, que tiene como compañero de fórmula al genetista Raúl Sendic, hijo del líder de los Tupamaros, del mismo nombre, se fundió anoche en un abrazo con el actual presidente, José Mujica. A pesar de que ambos pertenecen al mismo espacio, han mantenido en estos años una relación distante.

LOS LOGROS DEL GOBIERNO

El prestigio de Mujica, que se va del Gobierno con una popularidad del 65%, ayudó a la victoria de Vázquez. El oncólogo siempre tuvo también una alta ponderación de los uruguayos. Pero el casi 54% de los electores que eligieron la continuidad del FA lo hicieron por cuestiones que van más allá del carisma de sus figuras. Desde el 2005, este país de que tiene 3,5 millones de habitantes y produce alimentos para 28 millones, creció un 68%. Cuando Tabaré inició su primer mandato, la pobreza era del 40%. En la actualidad, es de 10%. En el 2002, el paro era del 22%, contra el 6,9% del presente. La inflación estuvo siempre por debajo de 10%. El ingreso per cápita es de 16.332 dólares al año. Las exportaciones aumentaron un 350%. Al asumir José Mujica, en el 2010, el PIB era de 39.000 millones de dólares. Uruguay cerrará el 2014 con un PIB de 55 mil millones, según el FMI. La deuda pública, que representaba en el 2004 un 70% de ese producto, se redujo al 23%. El Banco Central nunca tuvo tantas reservas: 14.000 millones de dólares.

Durante la campaña electoral, los sectores conservadores no dejaron de criticar la "desmesura izquierdista del gasto público". Pero es precisamente la política social una de las razones de la victoria del FA. El 70% de la población está cubierta por un Seguro Nacional de Salud. La mortalidad infantil se redujo del 12.2% al 8.6%. Han entrado en vigor las leyes de matrimonio igualitario, salud sexual y reproductiva, interrupción voluntaria del embarazo e identidad de género. Uruguay dio la nota con la ley de regulación de la venta de marihuana. El Congreso sancionó además las leyes de acceso a la información, trabajo doméstico y el nuevo estatuto del trabajador rural, que vela por las ocho horas de trabajo. Lacalle Pou se opuso a esta última norma.

LOS FUTUROS DESAFÍOS

En su editorial de este lunes, el diario 'El País' de Montevideo, señaló que, tras 10 años de bonanza económica, "no hay grandes nubarrones de cambio en el horizonte que amenacen temblores desde afuera. Sí hay que cuidar, y mucho, la situación interna. Hay una herida en la sociedad uruguaya que se encuentra partida por el uso y abuso, sobre todo desde el actual gobierno del ellos y nosotros, los malos y los buenos para justificar medidas o caprichos. Da la sensación de que ese exceso llevó a que se perdiera la referencia de que somos todos compatriotas". Según el rotativo, el principal desafío de Vázquez es "reconstruir la unidad del pueblouruguayo, que solo aparece con los triunfos de la Celeste (el seleccionado de fútbol)".