Un temblor de 5,1 grados de magnitud con epicentro en el sureste de Los Angeles (California) se ha saldado sin grandes daños pero con muchos nervios, debido a las más de veinte réplicas contabilizadas desde el seísmo de la noche del viernes. El Servicio Geológico Estadounidense (USGS) ha indicado que el temblor se produjo a las 21:09 de la noche (hora local) con una profundidad de 7,5 kilómetros, con epicentro entre las localidades de La Habra y Brea, en el condado de Orange.

Las autoridades locales han indicado a través de sus cuentas de Twitter que el temblor provocó roturas de cristales y de conductos, con escapes de gas y agua. "La secuencia de réplicas podría continuar durante varios días o semanas, pero probablemente tendrán menor frecuencia y magnitud a medida que pase el tiempo", ha informado el USGS en un comunicado.

La compañía eléctrica Southern California Edison ha señalado que unos 2.000 clientes se quedaron sin luz a raíz del temblor. Por su parte, el USGS informó de más de una docena de réplicas, cuya magnitud osciló entre los dos y los 3,6 grados.