Los servicios de emergencia y rescate han encontardo hoy un nuevo cadaver en la localidad noruega de Ask tras el alud de tierra que se registró el pasado miércoles 30 de diciembre. Con ello se elevan a tres los fallecidos en la catástrofe que obligó a evacuar a más de mil personas tras hundirse el terreno sobre el que se asienta una parte de la ciudad. Todavía siguen desaparecidas siete personas.

La operación de rescate sigue abierta y los responsables locales confían en que todavía se pueda encontrar algún superviviente entre los escombros. Tres días después del desastre, Roy Alkvist, miembro de los sercicios de socorro, cree que "aun podemos encontrar a alguien". La coordinación del rescate estima que los posibles supervivientes podrían encontrarse en las bolsas de aire que han quedado en el interior de los edificios sepultados por la tierra.

Se ha construido un camino de evacuación para poder salir rápidamente de la zona del siniestro y los servicios de emergencia siguen trabajando de noche en la zona. Tras el corrimiento de tierras, que provocó un enorme socavón en el suelo de la ciudad (en el municipio de Gjerdrum, a 25 kilómetros de Oslo) del miércoles, la tierra volvió a desplazarse en la mañana de hoy sábado, aunque no hubo que lamentar víctimas. De los diez heridos registrados el miércoles, solo uno resultó de gravedad.

El deslizamiento de la tierra y posterior colapso de un área de 350 por 800 metros, engulló diez casas y 31 viviendas quedaron destruidas. Algunas de ellas se llegaron a desplazar más de 400 metros.