La huelga indefinida que habían declarado un millar de trabajadores de una planta de IBM en la ciudad de Shenzhen (sur del país) terminó hoy después de que los empleados que protestaban aceptaran un nuevo sistema de compensación.

Según uno de los trabajadores, Hou Hongbo, citado por la agencia oficial Xinhua, "más de la mitad de los huelguistas firmaron acuerdos de indemnización después de que IBM hiciera algunas concesiones y ajustes con respecto a su plan inicial".

Los trabajadores de la planta comenzaron sus protestas el 3 de marzo al no aceptar los términos del traslado como nuevos empleados de la china Lenovo, después de que la compañía china comprara el negocio de servidores x86 de la estadounidense por 2.300 millones de dólares.

Tras la huelga, que ha provocado el paro completo de la producción de la planta estos días, "entre 700 y 800 trabajadores han optado por dejar sus puestos de trabajo y aceptar las indemnizaciones".

Los trabajadores, según han explicado durante los últimos días en las redes sociales, tenían la fecha límite de hoy para firmar los nuevos contratos, y en caso contrario serían considerados automáticamente empleados de Lenovo.

En caso de renunciar al cambio a Lenovo, los trabajadores pedían indemnizaciones más altas de las ofrecidas en un principio por la empresa, en consonancia con la antigüedad de cada uno de ellos en la compañía.

Según Xinhua, las autoridades locales y los sindicatos ayudaron en la negociación, aunque inicialmente la empresa se negó a sentarse con los trabajadores que protestaban.

Finalmente, la compañía propuso un nuevo sistema de compensación por el cual aquellos trabajadores que aceptaran el cambio recibirían 36.000 yuanes adicionales (5.861 dólares, 4.230 euros), lo que parece que desbloqueó el conflicto entre ambas partes.

Para aquellos que decidieran irse, sin embargo, la compañía no ofreció nuevas condiciones.

Por otra parte, IBM despidió a 20 trabajadores el pasado lunes por "desobedecer las órdenes de la empresa y ausentarse en el puesto de trabajo", en este caso sin ninguna indemnización.

La compra de esta división de IBM por parte de Lenovo, que se anunció en enero, prevé que la compañía china absorba unos 7.500 empleados de la estadounidense en su estructura, entre ellos los de la planta de Shenzhen, un proceso que la compañía espera completar a finales de este año.

El acuerdo prosigue una relación entre ambas empresas que empezó en 2005, cuando Lenovo adquirió el negocio de PCs de IBM, que incluía su línea de portátiles ThinkPad, y es un nuevo paso en lo que ambas empresas consideran "una relación estratégica".