La revista TIEMPO publica esta semana en exclusiva los mensajes enviados a La Moncloa por la embajada española en Washington durante el primer mes de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Los informes diplomáticos transmiten “percepción de caos y ansiedad en la Casa Blanca”. En este sentido, los papeles publicados por TIEMPO señalan que existe una “clara preocupación ante la posibilidad de que la frágil y dividida administración Trump tenga que enfrentarse a una crisis internacional seria”.

Además, los informes narran la “pugna entre el establishment de Washington contra los insurgentes de la Casa Blanca para que estos no destruyan el orden internacional liberal”.

Asimismo, los telegramas enviados a Madrid por el embajador Ramón Gil-Casares relacionan al principal asesor de Trump, Steve Bannon, con la ultraderecha germana. De hecho, se afirma literalmente: “La embajada alemana no oculta la posibilidad de que se produzcan ciberinterferencias de origen ruso en las próximas elecciones de septiembre, al igual que ocurrió en Estados Unidos, como el hecho de que uno de los más próximos consejeros del presidente tenga vínculos con AfD”, partido xenófobo y antieuropeo.

Sobre la reciente dimisión del consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn, los cables hablan de que “la conexión rusa podría ser la larga sombra que lo cubre todo”.

La exclusiva publicada este viernes por TIEMPO ha causado gran revuelo en la carrera diplomática, pues se trata de la primera vez que unos documentos secretos del Ministerio de Asuntos Exteriores de España son publicados en un medio de comunicación. No se descarta que el Gobierno acelere el relevo de Gil-Casares para apaciguar el malestar provocado en la órbita de Trump por algunos contenidos de los cables. El exministro de Defensa Pedro Morenés será su sustituto en cuanto Washington autorice su plácet.

De hecho, los cables demuestran que, a pesar de la política de acercamiento a Trump llevada a cabo por el Gobierno, la embajada española en Washington no tiene muy buena opinión de Trump, su equipo y sus primeras medidas.