Armas, balas y tiroteos en lugares públicos en contra de personas desprotegidas, esto es parte de la historia reciente de los Estados Unidos, donde este tipo de ataques se han convertido en parte de la noticias cotidianas de ese país.

Así, el tiroteo registrado el domingo pasado en un conocido centro comercial y turístico de Jacksonville, en el norte de Florida, donde se llevaba a cabo un torneo de videojuegos y que dejó tres víctimas mortales entre las que está el sospechoso y once heridos más, es solo uno más en la lista de ataques violentos que ha sufrido Estados Unidos en los últimos años.

Se trata del cuarto tiroteo no relacionado con la delincuencia común ocurrido durante este año. El incidente más grave ocurrió el 14 de febrero en una escuela secundaria de Parkland, también en el estado de Florida, cuando un exalumno expulsado por indisciplina lanzó varias bombas de humo antes de disparar con un fusil de asalto y matar a 17 personas.

Posteriormente, el 18 de mayo pasado un joven de 17 años, mató a 10 personas en un tiroteo en un instituto de Santa Fe (Texas). Otro tiroteo tuvo lugar el 28 de junio en la redacción del diario local Capital Gazette, en Annapolis (Maryland) donde un hombre entró disparando de manera indiscriminada y mató a cinco personas antes de ser detenido por la policía, que informó que el atacante actuó por venganza.

El mayor asesino múltiple

Historicamente el crimen más grave ocurrió el 1 de octubre de 2017. Ese día Stephen Paddock, un hombre de 64 años, disparó desde la habitación del hotel en el que se encontraba contra los asistentes a un concierto country en Las Vegas (Nevada) y mató a 59 personas antes de acabar con su vida.

Paddock ostenta el dudoso honor de ser el mayor asesino múltiple en la historia de Estados Unidos. Según el portal de internet shootingtracker.com, que recopila todos los incidentes con armas de fuego ocurridos en Estados Unidos con al menos cuatro víctimas (fallecidos o heridos), durante 2018 han muerto 9.496 personas, en un total de 37.816 incidentes, la mayoría de ellos relacionados con la delincuencia, ajustes de cuentas, tráfico de drogas o robos y asaltos.

Los tiroteos de los últimos años

Del 2007 a la fecha, han ocurrido nueve ataques masivos con armas de fuego y todo comenzó el 16 de abril de 2007, cuando Seung-Hui Cho, de 23 años, mató a 32 personas y se suicida en el campus universitario en Blacksburg, Virginia.

El 5 de noviembre de 2009, el psiquiatra militar Nidal Hasan, mató a tiros a 13 personas en el Centro de Procesamiento de Preparación de Soldados en Fort Hood, Texas.

Tres años después, el 14 de diciembre de 2012, Adam Lamza, mató a 26 personas, entre ellas 20 niños, en una escuela primaria de Newtown en Connecticut antes de suicidarse. El día anterior había matado a su madre en su casa.

El 16 de septiembre de 2013, Aaron Alexis, mató a 13 personas antes de acabar con su vida en el Mando de Operaciones de la Armada en Washington DC.

El 2 diciembre 2015, 14 personas murieron en un tiroteo registrado en un centro de ayuda para discapacitados en San Bernardino (California), protagonizado por el matrimonio formado por Syed Farook y Tashfeen Malik.

Medio año después, el 12 junio 2016, un hombre simpatizante con las ideas yihadistas mató a 49 personas en un club gay de Orlando (Florida). La policía abatió al autor de la matanza.

El 1 octubre 2017, será recordado porque Stephen Paddock disparó desde la habitación del hotel en el que se alojaba contra la multitud que asistía a un concierto de música country en Las Vegas y mata a 58 personas antes de acabar con su vida. Ha sido el mayor tiroteo múltiple en la historia de Estados Unidos.

Y un mes después, el 5 noviembre 2017, Devin Kelley abrió fuego durante un oficio religioso en una iglesia de Sutherland Springs (Texas) y mata a 26 personas.

Ahora, a esta lista hay que sumar la ocurrida el 26 de agosto de 2018 en el centro comercial y turístico de Jacksonville.