Faluya vive desde ayer una frágil tregua de varias horas que una delegación de mediadores iraquís ha logrado instaurar para negociar un acuerdo que acabe con la ofensiva más sangrienta de EEUU en la posguerra. A las 10 de la mañana de hoy (dos horas menos en España) finaliza el alto el fuego, aunque los mediadores se mostraban confiados ayer en que las negociaciones fructificarán y que la tregua será duradera.

No es la de Faluya una tregua total, ya que disparos y enfrentamientos esporádicos se oían por la ciudad y dos marines resultaron heridos. Pero las negociaciones han logrado acallar el armamento pesado. Según fuentes del equipo negociador --formado por un miembro del Consejo de Gobierno Iraquí (CGI) y representantes del Partido Islámico de Irak y de la Organización Iraquí de Ulemas (OIU)--, "el 80% de la resistencia" ha respondido de forma positiva a la petición de poner fin a los combates.

EXIGENCIAS Para acabar con las hostilidades, las autoridades religiosas y políticas de Faluya exigen el levantamiento del asedio a la ciudad, la retirada de los marines y que la policía iraquí vuelva a patrullar las calles. Los ocupantes exigen el fin de la actividad de la resistencia y la entrega de los responsables del asesinato y la mutilación de cuatro guardias de seguridad privados estadounidenses.

Aprovechando la tregua, miles de personas huyeron de Faluya, en lo que puede ser sólo la punta del iceberg de la catástrofe que en los próximos días previsiblemente se destapará. Según fuentes de la Media Luna Roja iraquí, unas 5.000 familias han huido hacia el desierto. La OIU informó de que los muertos son 518, entre los que hay 167 mujeres y 46 niños menores de 5 años. Quince camiones con comida entraron en la ciudad. Los vehículos llevaban banderas en las que se leía que los alimentos son un regalo del clérigo shií Moktada al Sadr.

EL ARBAIN Sadr no protagonizó la fiesta del Arbain en Kerbala. Sus seguidores organizaron una pequeña protesta durante la importante festividad religiosa, en la que cientos de miles de peregrinos acudieron a la ciudad santa. A diferencia de la fiesta de la Ashura, la celebración transcurrió pacíficamente. Sadr está jugando su carta más moderada --decretó una tregua de tres días--y varios de sus cabecillas han expresado su voluntad de negociar el fin de la rebelión si la coalición deja Nayaf, libera a los seguidores de Sadr y levanta el asedio de Faluya.

Desde el CGI surgieron voces para que EEUU considere negociar un acuerdo con Sadr que consistiría en olvidar su detención por la muerte de otro clérigo en Nayaf. Sin embargo, EEUU mantiene la postura oficial de derrotar a Sadr. Otra política daría alas a más insurrecciones, sostienen fuentes estadounidenses. Las tropas italianas registraron la sede del partido de Sadr en Nasiriya y se incautaron de varios documentos.

Mientras los dos principales frentes permanecían tranquilos, la violencia azotó otras partes de Irak. Dos soldados de EEUU murieron cerca del aeropuerto de Bagdad cuando un Apache fue derribado y otro soldado murió en Baquba. En Kirkuk, cuatro insurgentes fueron abatidos y otros 10 murieron cerca de la frontera siria. En EEUU, el presidente, George Bush, dijo ayer que "la semana ha sido dura" en Irak.