La "ventana de oportunidad" para cerrar un acuerdo sobre el 'brexit' "es muy limitada" y si Londres no hace un movimiento antes de finales de noviembre, en cuestión de tres semanas, todo apunta a que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea de mediados de diciembre tampoco podrá dar vía libre a la segunda fase, el inicio de negociaciones sobre el acuerdo transitorio que exige Londres.

Los 27 han empezado ya con los trabajos preparatorios internos de cara a este futuro pacto comercial y a un acuerdo transitorio, tal y como se comprometieron los 27 líderes de la UE en su última reunión de octubre en un gesto de buena voluntad con Londres, pero ningún Estado miembro quiere pillarse las manos. Nadie confía plenamente en Londres y antes de poner por escrito garantías sobre cómo serán las futuras relaciones quieren que el Gobierno de Theresa May clarifique cuánto dinero está dispuesto a pagar en el proceso de divorcio.

La intención de los 27 es empezar a redactar a finales de noviembre el documento político que los 27 jefes de Estado y de Gobierno deberán refrendar en la cumbre del 14 y 15 de diciembre. Sobre la mesa hay dos opciones. O bien un borrador de conclusiones, en caso de que no haya acuerdo, o un documento con las líneas directrices del acuerdo transitorio que ansían al otro lado del Canal de La Mancha. Todo dependerá de lo que ofrezca de aquí a finales de mes Theresa May.

"Varios Estados miembros han puesto énfasis en que si no hay suficientes progresos no habrá líneas directrices. Esto crea una ventana de oportunidad bastante limitada y pone la presión sobre Londres para que haya avances", apuntan fuentes del Consejo. De momento, los negociadores del Reino Unido y de la Unión Europea han retomado este jueves las conversaciones -la sexta ronda- que se prolongarán hasta este viernes al mediodía.

A vueltas con el dinero e Irlanda

El Gobierno de Theresa May ha reiterado su intención de honrar sus compromisos financieros con la UE pero hasta ahora solo se ha mostrado dispuesta a pagar 20.000 millones de euros -dos años de aportación al presupuesto- cuando en Bruselas estiman entre 60.000 y 100.000 millones de euros los que Londres tendrá que abonar para saldar sus deudas con el club. Pero se resiste a poner ninguna cifra sobre la mesa hasta que los 27 sean más claros sobre las condiciones del nuevo acuerdo transitorio.

"El tiempo apremia", volvió a advertir este jueves desde Roma el negociador de la UE, Michel Barnier. Y los 27 son muy conscientes de ellos. "El tiempo genera preocupación", reconoce una fuente diplomática. "Todos son conscientes de que hablamos de unas cinco semanas hasta la cumbre", insisten las mismas fuentes. La factura no es el único escollo en el camino. Otro de los grandes problemas sigue siendo la frontera con Irlanda y como impedir el regreso de una frontera dura en la isla que ponga patas arriba los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998. Según un documento de la Comisión Europea citado por el 'Financial Times', la única forma sería mantener a Irlanda del Norte dentro de la Unión aduanera y el mercado único una vez se produzca la salida el 29 de marzo de 2019.

Los embajadores permanentes ya han celebrado hasta ahora dos rondas de trabajo y han cerrado un calendario provisional de aquí a mediados de diciembre para empezar a concretar qué tipo de acuerdo quieren: el ámbito de aplicación, la duración, el impacto sobre los acuerdos con terceros países y cuestiones internas como la la aplicación del derecho comunitario, el presupuesto, la supervisión o la participación de Londres en el proceso de toma de decisiones de la UE.

En el borrador circulado entre las capitales europeas también figura el derecho de veto de España sobre Gibraltar tal y como figura en las directrices pactadas antes del verano sobre la primera fase de la negociación. Es decir, que una vez que los británicos abandonen el club ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse en el Peñón “sin acuerdo” entre Londres y Madrid.