Un tribunal egipcio ha dictaminado la pena de muerte contra el guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badia, y contra 682 supuestos seguidores suyos, y ha dictado pena capital definitiva contra otros 37 islamistas, según han explicado este lunes fuentes jurídicas.

La sentencia contra Badia disparará a buen seguro la tensión en Egipto, castigado por los disturbios y la inseguridad desde que el Ejército derrocó el año pasado al presidente islamista Mohamed Mursi.

Las 37 sentencias de muerte ratificadas son parte del juicio final a 529 seguidores de los Hermanos Musulmanes condenados a la pena capital en marzo. Para el resto, el tribunal ha conmutado la condena a cadena perpetua.

Ataque a una comisaría

Las recomendaciones de pena de muerte contra Badia y sus seguidores, por cargos relacionados con un ataque a una comisaría de policía el año pasado, serán trasladadas ahora al mufti de Egipto, la más alta autoridad religiosa del país. Su opinión no es vinculante y puede ser ignorada por el tribunal.

Los mayores juicios en la historia moderna de Egipto han reforzado los temores entre los grupos de defensa de los derechos humanos sobre una represión política indiscriminada contra la disidencia por parte del Gobierno apoyado por los militares y de los jueces anti-islamistas.

Organización terrorista

Las autoridades acusan a los Hermanos Musulmanos de ser una organización terrorista, lo que la Hermandad rechaza de forma tajante. Ello no ha impedido que sus seguidores fueran sistemáticamente perseguidos y detenidos por las fuerzas de seguridad.

En medio de esta persecución, este domingo la Alianza para la Defensa de la Legitimidad, que engloba a los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas, llamó a boicotear las próximas elecciones presidenciales, previstas para los días 26 y 27 de mayo.

Boicot electoral

En un comunicado difundido en su página de Facebook, la alianza instó a los egipcios a boicotear esa "farsa", que según dijo es continuación del golpe militar contra el presidente Mohamed Mursi que tuvo lugar el pasado 3 de julio.

Los islamistas consideran que el mandatario del país sigue siendo Mursi y que no existe un ambiente "adecuado" para que se celebren las elecciones, que "están construidas sobre la falsedad" y el derramamiento de sangre, y suponen un fuerte gasto económico en el país.

Candidatura de Sisi

Además, insisten en que las fuerzas del orden deben mantenerse fuera de la política, en rechazo a la candidatura del exjefe del Ejército Abdelfatá al Sisi.

Los islamistas acusan a ese candidato presidencial de ser un nuevo Hosni Mubarak --presidente que fue derrocado por la revolución de 2011-- con "traje nuevo". Además, la coalición asegura que seguirá luchando contra los "golpistas" hasta que desaparezca la corrupción y se restablezca el orden político.