El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha pedido a las autoridades rusas la liberación inmediata del líder de la oposición, Alexéi Navalni, aceptando así las medidas cautelares solicitadas por la defensa del político ruso. El Tribunal ha señalado este miércoles, en un comunicado, que ayer transmitió al Gobierno ruso esa petición y exigió que se aplique "con efecto inmediato".

En su decisión, el TEDH "ha tenido en cuenta la naturaleza y el alcance del riesgo para la vida del demandante, que, a priori, queda demostrado". En el futuro examen de la demanda se analizará ese riesgo de forma detallada.

Moscú no ha tardado en responder a la petición. El ministro de Justicia de Rusia, Konstantín Chuichenko, ha calificado la demanda de TEDH de "una clara y burda injerencia en el funcionamiento del sistema judicial de un país soberano". El ministro ha añadido que "es una reclamación infundada e ilegítima".

Los abogados de Navalni presentaron el pasado 20 de enero ante la Corte europea una demanda contra Rusia. Al tiempo, entregaron una petición de medida cautelar sobre su detención, con el objetivo de obtener su puesta en libertad.

El Tribunal de Estrasburgo solicitó el 21 de enero al Ejecutivo ruso información sobre si ha persistido el riesgo para la vida de Navalni tras su envenenamiento y qué medidas se han adoptado para proteger su vida durante la detención. Además, pidieron datos sobre las condiciones de su encarcelamiento y si se ha realizado un control individual regular sobre el trato que ha recibido, conforme a las normas europeas.

Llamadas telefónicas

El Gobierno ruso respondió cinco días después e indicó que Navalni estaba detenido en un establecimiento "correctamente vigilado" y podía realizar llamadas telefónicas y recibir visitas de sus abogados y de los miembros de la Comisión de control público.

Navalni, de 44 años, fue detenido el pasado 17 de enero en el aeropuerto de Moscú a su regreso de Alemania, donde se recuperó durante casi cinco meses de un envenenamiento con un agente tóxico. La Justicia rusa le impuso hace dos semanas una pena de tres años y medio de prisión.