Pese a que François Hollande puso oficialmente fin a su relación el sábado, Valérie Trierweiler ha querido despedirse de su estatus de primera dama de Francia dos días después en Bombay. Ayer inició un viaje humanitario que levantó gran expectación al ser su primera aparición como ex del presidente tras el escándalo por su infidelidad con la actriz Julie Gayet, pero al que ha ido con escolta y asesor del Elíseo. La situación no fue fácil de manejar para sus anfitriones, que acabaron presentándola como 'first lady'.

El jefe del Estado deseaba que Trierweiler anulara el viaje, al que fue invitada por Acción contra el Hambre en calidad de primera dama. Aunque ella dijo ir a título privado, este es el título que aparece en las acreditaciones del viaje. Seguida por una horda de periodistas y fotógrafos, Trierweiler expresó su compromiso con la labor humanitaria, que piensa mantener.

FUTURO INCIERTO / Tras visitar un hospital, hizo una breve intervención en rueda de prensa. "Es la tercera vez que vengo a este país. La primera fue como periodista, la segunda como primera dama, y la tercera califíquenla como quieran", declaró antes de hacer un somero balance de su estapa en el Elíseo. "He podido conocer a gente y cosas de mí misma que desconocía. No saldré de la experiencia de la misma manera. He comprendido que siendo útil a los demás te ayudas a ti mismo", admitió. Preguntada sobre su futuro, no fue mucho más concreta: "No lo sé, tengo tiempo para pensarlo, me quedan unos años de vida. No se inquieten por mí, lo veo bien'.

En su entorno se da por hecho que Trierweiler continuará, como hasta ahora, con su trabajo de periodista en 'Paris Match', que esta semana dedica la portada a la mujer por la que Hollande la ha apeado del Elíseo. "Repudiada" ha sido el término empleado por la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen.