El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de meter a Estados Unidos en terreno desconocido. En un paso extremadamente controvertido y de consecuencias aún impredecibles, el mandatario ha decidido este viernes desclasificar un polémico memorando donde se acusa al FBI y al Departamento de Justicia de haber politizado la investigación del ‘Rusiagate’. Con la decisión, que se esperaba, Trump ha desoído las llamadas de su propia comunidad de inteligencia, que se opone a que desclasifique el documento y le ha advertido de la amenaza que puede suponer para la seguridad nacional.

Trump, no obstante, ha obviado las advertencias. Da luz verde al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que elaboró el controvertido documento de cuatro páginas, para que lo haga público, algo que podría ocurrir en las próximas horas. Y así se confirma su estrategia de intentar desacreditar como una “caza de brujas” la investigación de la potencial confabulación de su campaña y su equipo con el Kremlin mientras Moscú interfería en las elecciones estadounidenses.

"Es terrible, una desgracia, lo que está sucediendo en este país", ha dicho Trump ante la prensa en la Casa Blanca al anunciar la desclasificación, que promete un terremoto político. La guerra entre el mandatario y su propio gobierno está abierta. Y el futuro de la investigación de Mueller, más amenazado.