Nueva bomba en la línea de flotación de las relaciones transatlánticas. Según destapa el 'Washington Post', el presidente estadounidense Donald Trump habría pedido al Pentágono analizar el coste e impacto de una retirada de sus tropas estacionadas en Alemania a gran escala, un gesto que de darse sería un golpe a los fundamentos del orden geopolítico establecido al final de la Segunda Guerra Mundial.

La información publicada en el diario capitalino apunta a que el estudio del Pentágono se debe a que, en un encuentro a principios de julio con sus asistentes militares, Trump se mostró sorprendido por el número de tropas estadounidenses presentes en el territorio europeo y volvió a criticar que otros países no contribuyen suficiente en el presupuesto de la OTAN.

La medida, que tanto la Casa Blanca como el Pentágono han desmentido, ha encendido las alarmas de la diplomacia europea en Washington, que especula sobre si tal retirada puede llevarse a cabo o si es una táctica de amenaza del controvertido mandatario estadounidense para tener una mejor posición negociadora en la cumbre de la OTAN que se celebrará el 11 y el 12 de julio en Bruselas, donde se ubica su cuartel general. Las fuentes consultadas por el 'Washington Post¿ aseguran que se trata de un estudio interno y de que aún no se ha pedido al Pentágono calibrar su ejecución.

GOLPE A MERKEL

Aunque es cierto que solo cinco de los 28 países miembro de la Alianza Atlántica destinan el 2% de su PIB a la defensa como habían acordado, Trump ha reiterado que Alemania "debe grandes sumas de dinero a EEUU y a la OTAN", una crítica que no se corresponde al sistema de funcionamiento real de este organismo de defensa intergubernamental. Berlín se ha comprometido a aumentar paulatinamente su gasto hasta cumplir con el acuerdo en 2024.

Real o estratégica, esa amenaza supone un nuevo golpe a la ya tensa relación con la cancillera alemana Angela Merkel, con quien Trump ha chocado por sus ataque al multilateralismo y por una política comercial que el presidente vende como "injusta".

Actualemente, el contingente militar estadounidense desplegado en Alemania es el mayor del mundo, de 34.602 soldados. Solo Japón, país al que también venció en la Segunda Guerra Mundial, le supera con 38.818 soldados estacionados en su territorio. Aunque las cifras en Europa se han reducido drásticamente desde el final de la Guerra Fría y tras el giro asiático de Barack Obama, Washington aún mantiene dos bases militares en suelo germánico y tropas de apoyo pensadas como contención a Rusia.

A pesar de la crítica a la OTAN, en los últimos meses los EEUU han realizado maniobras militares en el Este, una zona donde ha incrementado la presencia desde la anexión rusa de Crimea. Mientras tanto, Polonia ha asegurado que está dispuesta a pagar 1.700 millones de euros para crear una base estadounidense en su territorio. Moscú ha criticado ese movimiento expansionista asegurando que no contribuye a la seguridad ni a la estabilidad de la zona.