El presidente Donald Trump ha decidido retirar a Estados Unidos de otro pacto de control de armas establecido con intención de reducir el potencial de un conflicto armado con Rusia, el tercero acuerdo de control de armas que abandona durante su mandato tras la salida del pacto de control de armas nucleares con Irán y del de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio .

La Administración ha empezado ya a informar a otros países firmantes del abandono del acuerdo Open Skies (Cielos Abiertos), una decisión que según 'The New York Times' comunicará a Moscú este viernes. Y el paso se está leyendo en la clave de la posibilidad de que Trump, si es reelegido, se retire del New START. Ese es el último gran tratado armamentístico que queda entre las dos grandes naciones, limita a 1.500 los misiles nucleares que puede desplegar cada una y expira el 5 de febrero de 2021. Trump quiere que lo firme China pero es una opción que Pekín rechaza.

LAS QUEJAS DE WASHINGTON

El Tratado de Cielos Abiertos fue inicialmente propuesto por Dwight Eisenhower a la Unión Soviética. Rechazado entonces, lo revivió George H. W. Bush, se firmó en 1992 y entró en vigor una década después, cuando lo ratificó el país número 20. Hoy lo componen 34 naciones, que gracias al acuerdo pueden usar los espacios aéreos de las otras firmantes con equipamiento de sensores para garantizar que no se prepara ninguna acción militar.

Washington lleva tiempo quejándose de que Moscú incumple su parte al no permitir determinados vuelos y en marzo en una comparecencia ante el Congreso el secretario de Defensa, Mark Esper, aseguró que los rusos "llevan años haciendo trampas". El Pentágono y la comunidad de inteligencia de EEUU también han asegurado en informes clasificados que Rusia está aprovechando los vuelos sobre EEUU para localizar infraestructuras claves susceptibles de ciberataques.

MALAS NOTICIAS PARA EUROPA Y LA OTAN

La retirada no es buena noticia para países europeos y aliados de la OTAN, que aunque se mantendrán en el pacto han advertido de que la salida de EEUU cerrando su espacio aéreo posiblemente será replicada de forma igual por Moscú, impidiendo misiones de reconocimiento ahora vitales para observar movimientos de tropas.