Dicen que es como sentarse en una terraza de verano cuando el calor aprieta y se ponen en marcha los aspersores de agua destinados a humidificar el ambiente. El líquido elemento empleado, eso sí, es de muy diferente naturaleza: una solución desinfectante que supuestamente elimina de las ropas virus y bacterias. El pool presidencial de la agencia gubernamental rusa Ria-Nóvosti ha difundido en su cuenta de Twitter el vídeo del túnel esterilizante que deben que atravesar todos aquellos que accedan al entorno donde vive y trabaja el presidente de Rusia, Vladímir Putin, de 67 años, una edad considerada por los médicos como peligrosa, con posibles y numerosas complicaciones, caso de contraer el covid-19.

El mecanismo en cuestión ha sido instalado en la residencia de Novo-Ogáriovo, en las afueras de Moscú, donde el líder del Kremlin lleva prácticamente recluido desde finales del mes de marzo, fecha en la que visitó un hospital especial para enfermos de coronavirus, y acabó dando la mano y departiendo, sin protección, con Denis Protsenko, médico-jefe del centro sanitario que días después informó haber sido contagiado. Ha sido ideado por una empresa rusa de la localidad de Penza y además de 'fumigar' a los visitantes, es capaz de medir su temperatura corporal. También está dotado de un mecanismo de reconocimiento facial como los que han sido instalados en cámaras por todo Moscú.

Y ahí no se detienen las medidas para salvaguardar al máximo mandatario ruso de la pandemia. Todos aquellos que se reúnen con él deben someterse a un test de coronavirus, y el propio Putin es examinado con mucha frecuencia. De hecho, el covid-19 ha afectado a una parte importante de su entorno cercano: el primer ministro Mijaíl Mishustin, el portavoz Dmitri Peskov, así como algunos miembros destacados del Ejecutivo.