Seis periodistas turcos recibieron ayer tres sentencias de cadena perpetua agravada por, mediante sus escritos, «haber violado la Constitución del país». Ahmet Altan, su hermano, columnista y economista Mehmet Altan, Nazli Ilicak -los tres muy famosos en Turquía-, Fevzi Yazici, Sükrü Tugrul Ozsengül y Yakup Simsek eran, según la justicia turca, los responsables de comunicación y medios del grupo de Fethullah Gülen. Este grupo y su líder son acusados por el Gobierno turco de ser los responsables del intento de golpe de Estado de julio del 2016.

«He sido juzgado un centenar de veces. Lo fui durante el dominio de los militares en 1997. Pero esta es la primera vez que me enfrento a un panel de jueces que, para condenarme, cometen un crimen contra la propia Constitución», dijo Altan, uno de los condenados.

El periodista se refería a una proclamación del Tribunal Constitucional, que, en enero, dijo que se había vulnerado los derechos de los procesados en este caso. Pero en Turquía, cada día que pasa, la justicia y el Gobierno escuchan menos al alto tribunal y más a los locales.

También ayer, el periodista turco-alemán Deniz Yücel, corresponsal en Turquía del periódico Die Welt, fue liberado tras pasar un año entero en la cárcel sin que hayan sido presentados cargos contra él.

La decisión llegó un día después de que el primer ministro turco, Binali Yildirim, y la cancillera alemana, Angela Merkel, mantuviesen una reunión en Berlín. En el encuentro, Merkel reclamó a Yildirim la libertad de Yücel.

En el mismo texto donde decretó la puesta en libertad, sin embargo, la fiscalía turca pidió entre 4 y 18 años de cárcel para Yücel, que sigue acusado de hacer propaganda de «una organización terrorista».

El corresponsal del diario Die Welt fue detenido en Estambul el 14 de febrero del año pasado; poco después se le dictó prisión preventiva. Pero hasta su liberación, ayer, la fiscalía no había presentado aún cargos en su contra.