Ucrania acusó hoy a Rusia de derribar uno de sus aviones de guerra, un Su-25, lo que obligó al piloto a catapultarse, aseguró Andréi Lisenko, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano. "Un avión de guerra de la Federación Rusa alcanzó con un misil un Su-25 de las Fuerzas Aéreas (ucranianas) que cumplía una misión en territorio ucraniano", señaló Lisenko en rueda de prensa.

Lisenko denunció que la "nueva provocación rusa" se produjo "el 16 de julio a las 19:00 horas", pero que el piloto se catapultó y fue evacuado a un lugar seguro. "El piloto está sano y salvo, no resultó herido", dijo. Además, informó de que dos de los ocho tripulantes del avión de transporte An-26 derribado el lunes fueron encontrados muertos, mientras cuatro han sido rescatados y otros dos han sido apresados por los rebeldes.

A estos se suman otros cinco soldados muertos en las últimas 24 horas en la ofensiva contra los bastiones rebeldes en las regiones de Donetsk y Lugansk, con lo que ya son 276 las bajas entre las fuerzas gubernamentales. Lisenko mostró un vídeo para demostrar la incursión desde Rusia de armamento pesado, en concreto de lanzaderas de misiles Grad (Granizo).

Estas denuncias coinciden con la celebración hoy de la tercera ronda de consultas del Grupo de Contacto, en las que los separatistas participarán en formato de vídeo-conferencia desde la ciudad rebelde de Donetsk. Además, estarán representados el Gobierno ucraniano, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), mediadora en el conflicto que estalló en abril pasado.

Desde hace semanas Kiev acusa a Moscú de permitir la libre circulación a través de la frontera de milicianos rebeldes, entre los que figurarían numerosos mercenarios rusos, además de suministrar armamento a los insurgentes. No obstante, Ucrania descartó ayer una posible ruptura de las relaciones diplomáticas, aduciendo que seria contraproducente para lograr un arreglo político del conflicto.

En un gesto de buena voluntad, 15 guardias fronterizos ucranianos fueron hospitalizados ayer en la región rusa de Rostov tras resultar heridos, cuatro de ellos de gravedad, en los combates con los rebeldes prorrusos.