El ministro de Interior de Ucrania, Arsén Avakov, ha cifrado en más de 30 prorrusos y cuatro militares ucranianos muertos el lunes en los combates en las afueras de Slaviansk, bastión insurgente en la región minera de Donetsk (este).

En medio de un clima prebélico, la ciudad de Donetsk, bastión de la sublevación prorrusa, ha cerrado su espacio aéreo por la operación antiterrorista lanzada por las autoridades ucranianas. El aeropuerto Serguéi Prokófiev ha cancelado tanto los vuelos nacionales como internacionales.

"Según nuestros cálculos, las bajas de los terroristas superan 30 personas. Hay decenas de heridos (prorrusos)", escribió el ministro Avákov en su página de Facebook.

Precisó que entre los milicianos hay muchos crimeos, algunos rusos y también chechenos, e informó de que también unos 20 militares ucranianos resultaron heridos.

"Todo eso es muy triste, pero lo más triste es que nos acostumbramos aunque no se debe", lamentó.

Ante algunas críticas en la red social con respecto al "nivel de la ofensiva" por las tropas ucranianas, Avakov explicó que los militares no pueden disparar contra la población civil, por lo que se ha ralentizado la operación.

Además, "nuestro Ejército había sido deteriorado (por la inacción de las anteriores autoridades). No tenemos unidades profesionales".

Con anterioridad, reconoció que los rebeldes prorrusos están bien adiestrados y cuentan con armamento pesado, lo que ralentiza el avance de las fuerzas leales a Kiev que empezó el viernes.

Según el ministro, las milicias prorrusas estarían integradas por menos de un millar de efectivos, entre los que figurarían veteranos de guerra y militares que sirvieron en los Ejércitos soviético, ruso y ucraniano.