El presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, ha prometido este jueves una amnistía a los activistas prorrusos que depongan las armas y abandonen los edificios administrativos que ocupan en varias ciudades del este del país, entre ellas la de Lugansk y Donetsk. La oferta de Turchínov llega a las pocas horas de que este viernes expire el ultimátum dado por el Gobierno de Kiev a los secesionistas atrincherados.

"Garantizamos que no habrá persecución judicial contra quienes entreguen las armas y abandonen los edificios", ha dicho Turchínov en una intervención en la Rada Suprema (Parlamento). El presidente ha afirmado que está dispuesto incluso a firmar un decreto sobre el asunto.

Turchínov responde así a la exigencia del grupo parlamentario del Partido de las Regiones (PR) de aprobar una amnistía para los participantes en las protestas secesionistas en el sureste del país, de mayoría rusohablante y partidarios de seguir el ejemplo de Crimea de independizarse de Ucrania para anexionarse a Rusia.

Los prorrusos mantienen ocupadas desde el domingo pasado las sedes del Gobierno regional de Donetsk y del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en la ciudad de Lugansk. El ministro de Interior ha advertido de que utilizará la fuerza para solucionar el conflicto en estas ciudades si no se llega a un acuerdo con los activistas antes del viernes.