La presidencia irlandesa de la Unión Europea celebrará una conferencia con expertos de aviación civil de los países miembros para adoptar una posición común respecto a la petición de Estados Unidos de destacar agentes armados en determinados vuelos transatlánticos.

El primer ministro de Irlanda, Bertie Ahern, anunció ayer dicha iniciativa tras entrevistarse en Dublín con el presidente de la Comisión Europea (CE), Romano Prodi, con quien analizó las prioridades de la presidencia de turno irlandesa para los próximos seis meses. Ahern subrayó que aunque la seguridad aérea preocupa, sobre todo desde los atentados del 11-S, existen diferencias respecto al enfoque que algunos socios quieren adoptar para atajar la amenaza terrorista. La conferencia, confirmó Ahern, "tendrá lugar próximamente".

NEGATIVA FRONTAL La orden de Washington tropezó ayer con nuevas resistencias. La compañía surafricana South African Airways y la Thomas Cook Airlines, segunda firma europea de vuelos chárter, aseguraron estar incluso dispuestas a cancelar todos los vuelos en los que EEUU reclame la polémica presencia policial armada.

La compañía aérea surafricana realiza 28 vuelos semanales a Nueva York y Atlanta mientras que la compañía alemana Thomas Cook Airlines tiene programados vuelos diarios desde dos aeropuertos británicos a Orlando (Florida) y sobrevuela constantemente el espacio aéreo de EEUU en sus viajes al Caribe, una de sus especialidades.

"Thomas Cook no ha cambiado su política y si se exige la presencia de policías a bordo en cualquiera de nuestras rutas los vuelos serán cancelados", manifestó a su vez ayer un portavoz de la compañía alemana.

Entretanto, el Gobierno británico seguía insistiendo en que la medida fuera también aplicada en sus propios vuelos, argumentando que es adecuada para hacer frente a amenazas terroristas puntuales, pero los pilotos británicos se mantenían firmes en su negativa a aceptarlas. Aún así, y pese a su frontal rechazo inicial, los pilotos saben que no podrán negarse eternamente y quieren alcanzar algún tipo de acuerdo.

El ministro británico de Transportes, Alistair Darling, mantuvo ayer un encuentro con representantes de la Asociación Británica de Pilotos (Balpa), pero la negociación no dio ningún resultado positivo.

Los pilotos quieren que, al menos, exista un protocolo de funcionamiento pactado con el sindicato y que los comandantes no pierdan el control de las naves en caso de crisis o conflicto. El sindicato está promoviendo la organización de una cumbre internacional de sindicatos de pilotos para abordar la cuestión.

OTRAS ALTERNATIVAS Adelantándose unas horas a la exigencia estadounidense, el Gobierno británico anunció el fin de semana pasado que en algunos de sus vuelos viajarían policías armados para constituir lo que llamaron "última línea de seguridad" frente a posibles terroristas suicidas. La decisión no sentó nada bien en la Balpa ni tampoco en la British Airways (BA), la principal compañía europea de vuelos regulares.

Un portavoz de la BA afirmó el lunes que, si bien la compañía acepta la presencia policial en los casos en los que la seguridad esté garantizada, sería preferible "suspender el vuelo" si "existe información sobre problemas de seguridad" en algún caso concreto.

VUELOS CAOTICOS Paralelamente, muchos vuelos con EEUU siguen siendo caóticos. En uno de París a Cincinnati, una pasajera fue desembarcada porque portaba una manta eléctrica y el avión fue después escoltado hasta su destino por cazas norteamericanos.

Dos aviones de la BA sufrieron el lunes por la tarde retrasos de varias horas en su salida del aeropuerto Dulles de Washington, donde las autoridades de Estados Unidos insistieron en realizar exhaustivos controles de seguridad que los pilotos británicos consideran una forma de represalia por su resistencia a aceptar las órdenes de Washington.