La Unión Europea acelera los preparativos y se pone ya en el peor de los escenarios posibles. El aplastante resultado del voto en Londres no ha sorprendido a nadie pero ha servido para constatar que el descarrilamiento del 'brexit' es más posible que nunca. “Estamos a 16 de enero, a 10 semanas del momento que ha escogido el Gobierno británico para convertirse en una país tercero (29 de marzo de 2019). Hoy, cuando faltan 10 semanas, el riesgo de un no acuerdo nunca ha sido tan evidente ni ha estado tan presente. Nuestra determinación es evitar este escenario. Por eso vamos a redoblar nuestros esfuerzos para estar preparados”, ha anunciado el negociador jefe de la UE para el brexit, Michel Barnier.

Ha sido durante un debate de urgencia organizado por el Parlamento Europeo para valorar el rechazo en Westminster del acuerdo de retirada acordado entre la Unión Europea y el Reino Unido. Un texto de casi 600 páginas, resultado de un compromiso entre Londres y Bruselas y que sigue siendo “el mejor compromiso posible”, ha reiterado Barnier decepcionado con el revés sufrido en el Parlamento británico.

"El voto de ayer ha demostrado que las condiciones políticas para la ratificación todavía no se dan en Londres. Lamentamos profundamente el resultado y evidentemente este lamento tiene que ver con ese trabajo tan intensivo que hemos hecho durante dos años con el Gobierno del Reino Unido sobre la base de las líneas rojas del Reino Unido", añadió. El problema, ha apuntado Barnier, es que el rechazo se debe a motivaciones “muy diferentes y contradictorias” y que no hay “una mayoría positiva” para definir “un proyecto alternativo” al acuerdo que hay sobre la mesa.

GARANTIZAR UNA SALIDA ORDENADA

En este sentido, son los británicos quienes deberán evaluar las consecuencias del voto e indicar cómo proceder para garantizar que el 29 de marzo habrá una salida ordenada. “Mientras no se encuentre una salida a este impasse político, mientras no se prevea una salida apoyada por una mayoría no podremos avanzar. Por eso las próximas etapas las tiene que indicar claramente el Gobierno británico”, ha avisado.

Mientras en Londres se aclaran, el negociador jefe europeo ha advertido que su prioridad más absoluta en las próximas semanas seguirá siendo conseguir “un brexit ordenado” aunque reconoce que a estas alturas “no podemos excluir ningún escenario” y mucho menos el que siempre han querido evitar. “Llevamos meses haciendo preparativos” y “tenemos que trabajar a marchas forzadas” pero “es el Gobierno británico quien tiene que aclarar como va a proceder para que se produzca una salida ordenada”.